Taranilla y Sevillano firman las leyendas más intergeneracionales

Como en un ‘sabías qué’ para niños y un pretexto perfecto para que lean, llega Misterios y leyendas de León , un libro que firman Carlos Taranilla, un habitual de las letras leonesas y que fue profesor de Geografía e Historia, como autor, y Laura Sevillano como ilustradora. Y resulta un ameno relato cargado de nombres y alicientes para los jóvenes lectores, porque además de la fácil lectura que propone acompañada por las creaciones de Sevillano incluye actividades complementarias para que los niños se empapen de esas historias.

Porque desfilan, por ejemplo, el enigmático mago Posadas, el misterioso hombre con rayos X en los ojos, el endemoniado, el fantasma de Napoleón, la Dama Blanca, el fantasma del palacio del Conde Luna, el misterioso San Sebastián de Laguna de Negrillos....

Todos ellos ocupan su capítulo y al final de el apartado que componen en su conjunto dan paso a las actividades y pasatiempos.

Este interesante Misterios y leyendas de León , editado por Lobo Sapiens, dedica un lugar estelar para la catedral. La tortuga que creímos un topo, La leyenda de la Virgen del Dado, Las temibles gárgolas que nos miran desde las cornisas y Los espíritus que moran en la catedral son los cuatro títulos en los que se aborda el misterio legendario que siempre ha acompañado a la Catedral de León.

san isidoro y san marcelo

Más se cuenta en Misterios y leyendas de San Isidoro y San Marcelo . Y hay para todos los gustos: El oso y el león de la puerta del Perdón, El valiente gallo cantarín, Las cabezadas, El sordomudo que habló, El tullido que tomó las de Villadiego ...

Tal y como explica la profesora de Educación Infantil Clara Peláez, «la magia, por naturaleza, nos atrae, nos permite soñar y nos transporta a lugares que solo pueden estar en un lugar privilegiado: nuestra imaginación. Misterios y leyendas de León para niños es un libro que no solo sumerge al lector, bien sea niño o no tan niño, en los mitos, las leyendas, alegorías y misterios de la ciudad de León y su provincia, sino que amplía el acervo cultural de aquel que ama esta región privilegiada del planeta», relata.

Y uno ya se sumerge en el relato legendario desde el primer instante. Ojo, sea niño o no: «Por las calles de León abundan, ya desde antaño, los personajes misteriosos y, según dicen algunos que juran haberlos visto, los fantasmas insólitos. Para ejemplo de individuos enigmáticos, el que cuentan que actuó en el antiguo Teatro Principal, que estaba en la Plaza de las Palomas, la que hoy se llama Plaza de San Marcelo. Lamentablemente, fue demolido en 1961 para ampliar la sede del viejo ayuntamiento. Era poco antes del año 1900 cuando en las ferias y fiestas de San Juan y San Pedro, entre el 24 y el 29 de junio, presentó su espectáculo uno de tantos charlatanes que entonces andaban por los pueblos y ciudades entreteniendo a la gente, porque no existían como ahora los medios audiovisuales que concentran multitudes... El artista callejero se llamaba Posadas, profesor de magia y ciencias ocultas». Y ya la leyenda empieza a estar servida.

Porque lo de profesor de una especialidad tan curiosa como aquella lo ponía en la tarjeta de presentación y en un cartel que colgaba a la entrada del teatro.

maría antonieta sin cabeza

Por eso, prosigue la historia contando que «la gente pensaba tomarse a pitorreo su número estrella. Pero todos enmudecieron cuando ante los incrédulos ojos del respetable público, presentó levitando (o sea, flotando en el aire) a la reina María Antonieta de Francia sin la cabeza que había perdido en la guillotina, al igual que le ocurrió a su esposo, el rey Luis XVI, cuando la Revo- lución Francesa de 1789. El mago hizo honor a sus credenciales y, hubiera truco o no, que ese es el principal misterio, lo cierto es que en la ciudad, como es natural, no se habló de otra cosa durante mucho, mucho tiempo.

Así, Clara Peláez relata que «no podrás dejar de acudir a cada uno de los parajes donde se ubican; desde pueblitos con encanto hasta lagos encantados, pasando por los monumentos más apacibles de la ciudad leonesa. Verás nuestra Bella Leonesa, la Pulchra Leonina, con un primor y una especial exquisitez. Nunca antes un lago tuvo tanta profundidad y encantamiento, ni un dragón fue tan real...». Se trata por tanto también de dejarse llevar por la siempre fiable imaginación.