Diario de León

Fernández Castañón y el León de Quevedo

El director de ‘Camparredonda’ realiza un imponente trabajo sobre el periplo del célebre autor en la capital leonesa

Gregorio Fernández Castañón presenta el nuevo número de Camparredonda este jueves en el Palacio del Conde Luna. DL

León

Creado:

Actualizado:

Todo lo que hace Gregorio Fernández Castañón lleva como ingredientes básicos la intensidad y la pasión, y un fin: contar León. Camparredonda es su buque insignia, una publicación periódica que alcanza el número 25 y por la presentación y calidad y los proyectos paralelos, incluido el premio a Paco Fergar Mella, uno de los fotógrafos más activos y queridos de León, nadie diría que ha sufrido en su trayectoria sus vaivenes. Pero el entusiasmo de este leonés de 1956, por el bien de esta tierra, no conoce límites y cuando asoma el desánimo parece ser de los que pisa el acelerador. Por eso llega esta flamante Camparredonda y lo hace por todo lo alto. Tres encartes, 25 aniversario en 2024 y un invencible tema de portada: Quevedo, un caballero de la orden de Santiago, en León, que merece un capítulo especial.

Como en casi todo lo bueno, hay una intrahistoria que el propio Fernández Castañón relata de manera cronológica: «Es posible que no me creas. No importa: la revista 25 de Camparredonda se inició en el año 2022. Andaba yo, entonces, haciendo proyección de futuro. Y en dos frentes había demasiadas turbulencias como para no perder el ritmo en cuentos sin sentido. Estaba pendiente de: Quevedo, un Caballero de la Orden de Santiago, en León y en Tiene más cuento que Calleja. Quería, para que me entiendas, hacer unas Bodas de Plata de la revista por todo lo alto y… el suelo, de estrellarme, estaba a varios kilómetros de distancia. Ahora bien, una vez más, las súplicas a mis ángeles creativos dieron resultado positivo. Lo conseguí. El 22 de marzo de 2022, en una librería de viejo de Madrid, conseguí mi cuento de Calleja. Ese cuento de lujo, en cuya contraportada se hallaba el escudo de León y uno de los trajes regionales de esta tierra nuestra que tanto amamos. El 22 de agosto de 2022, vía Internet, tras dar mil vueltas y tumbos, conseguí el segundo objetivo: La prisión de Quevedo (romance histórico tradicional, de 1639, reproducido en el año 1871)» .

En su conjunto, y en un acto que tendrá lugar mañana jueves a las 19.30 horas en el Palacio del Conde Luna, se presentará el número 25 de Camparredonda y los libros León, una provincia sorprendente, también de Fernández Castañón, y Bendita inocencia, 36 autores, con la presencia de algunos de los autores más destacados de la escena literaria leonesa. Emilio Gancedo acompañará a Gregorio Fernández Castañón.

He aquí la cuestión: la capacidad de Gregorio Fernández Castañón de rebuscar y bucear en los caladeros de las mejores joyas bibliográficas y la obligación de recomendar desde aquí al lector para que se haga con este ejemplar, de venta en librerías, para saber qué fue de Quevedo en León.

Hay que sumergirse de lleno en Camparredonda porque tiene premio. De entrada, dos encartes a modo de facsímiles de una publicación de Espadaña de 1945, así como el citado Romance Histórico Trradicional La prisión de Quevedo, al que también se suma uno de los Cuentos de Calleja.

Es un aperitivo más que visual para llegar al enjundioso trabajo del autor, editor y activista cultural de León y todo lo leonés.

Lluvia de datos

Por lo que como es de esperar, en esta investigación sobre Quevedo, Fernández Castañón aporta de todo: desde datos históricos de León, de la orden de Santiago, fotografías que ilustran a través de sus monumentos las circunstancias de la época, y un completo relato digno de destacar.

Así se llega a ese momento principal que es el de Quevedo y León como lugar de presidio. Narra el autor en un trabajo de 18 páginas cargadas de contenido y fotografías que «en una de las habitaciones palaciegas del duque de Medinaceli, Francisco de Quevedo y Villegas dormía plácidamente cuando, de forma violenta, procedieron a su detención. Era la noche del 7 de diciembre de 1639. Sin darle explicación alguna, lo subieron a un carruaje y, custodiado por varios alguaciles, pusieron rumbo a León. Por qué fue León y no otra ciudad la escogida para el presidio de Quevedo es todo un misterio. Se habla, se dice, se comenta... Es posible que el conde-duque de Olivares pretendiera alejarle de los círculos cercanos al rey, o también para que sufriera en propia carne la severidad que imponía la Orden Militar de Santiago, a la que Quevedo pertenecía. Y en León... El convento de León, tal vez, fuera el núcleo principal de dicha institución en toda la península. Quevedo tenía, entonces, 61 años. Y él mismo, en su obra Providencia de Dios narra cómo fue su detención. Lo hace de la siguiente forma: Estando huésped de un gran señor (...), me prendieron dos alcaldes de corte, con más de veinte ministros, y sin dejarme cosa alguna, tomándome las llaves de todo, sin una camisa, ni capa, ni criado, en ayunas, a las diez y media de la noche, el día siete de diciembre, y en un coche con uno de los alcaldes, dos alguaciles de corte y cuatro guardias, me trajeron más con apariencia de ajusticiado que de preso».

Es sólo un aperitivo de un acontecimiento siempre destacado sobre la historia de León y de Quevedo y que rescata y pone en valor Fernández Castañón.

Palacio del Conde Luna

‘Camparredonda’, los libros y el premio a Fergar Mella se presentan mañana jueves

Portada del número 25 de la revista 'Camparredonda'. DL

tracking