El late show «Buenafuente» cumple hoy 200 emisiones en Antena 3 Mujeres Santiago Segura dará sus consejos Ally comienza una dudosa relación

Andreu Buenafuente llegó a Antena 3 el 11 de enero del 2005 desde su productora El Terrat, con el late show Buenafuente . Desembarcaba con el reto de plantar cara al ya agónico Crónicas marcianas de Javier Sardá, hasta entonces líder imbatible de la noche. En pocos meses ya plantaba cara a su competidor. Con el tiempo acumuló una audiencia media del 23,5% -27,6% en target comercial- y 1.291.600 espectadores. Actualmente lidera su franja horaria y Antena 3 le renovó por dos años más. Buenafuente se ha caracterizado durante sus emisiones por contar con los personajes que han protagonizado la actualidad social, cultural, musical y deportiva, tanto nacional como internacional. En su plató, que pretende simular el puerto de Barcelona, ya recibió a más de 300 invitados de toda clase y condición. Eso sin contar las más de 100 actuaciones musicales. Andreu reunió además a un amplio grupo de colaboradores con diferentes personajes. Entre ellos Edu Soto (el bakalaero «El Neeng», el Notario y Miguel Chiclé), Santi Millán, José Corbacho, Oriol Grau (Palomino), Fermí Fernández, David Fernández (Zuloaga) y Mónica Pérez (Asunción Angulo). La popularidad de el Neng de Castefa derivó en una serie ( Las leyendas urbanas del Neng ) y un videojuego ( Action Neng) en exclusiva para Vodafone. La 2 emite todas las noches una serie española que se llama Mujeres . La serie ha sido promocionada como producto de Almodóvar; sus directores son Dunia Ayaso y Félix Sabroso. Mujeres está conociendo un éxito importante de público (en torno a un millón de espectadores fijos, que para La 2 es la gloria) y, sobre todo, de crítica, porque no hay medio que no la haya glosado en los términos más favorables. Mas he aquí que ha llegado la hora de la oveja negra, esto es, un servidor: no me gusta Mujeres . Por supuesto, al producto hay que reconocerle la calidad técnica -muy alta-, la frescura de la interpretaciones -se nota la mano de una buena dirección-, la buena elaboración de los guiones y un ritmo narrativo adecuado. En ese sentido, suscribo los elogios; pero ni un paso más. No me gusta Mujeres por dos razones. Una, la descripción inverosímil de la sociedad, lo cual tiene su importancia en un relato de ambiciones realistas. La otra, el tono excesivamente doméstico de todo lo que pasa ahí, que termina convirtiendo la historia -en fin, es mi impresión- en perfectamente insignificante. El universo de Mujeres es algo así como un compendio de la vigente España oficial: mujeres solas y poderosas, hombres débiles y mezquinos, inmigrantes cultos y laboriosos, minusválidos a la conquista del mundo, sabios drogadictos, acogedores locales de ambiente gay . La lista no la he hecho yo; es, tal cual, el paisaje humano que han dibujado los guionistas. Y a partir de ese paisaje, uno podría definir la sociedad española como la reunión solidaria de distintos colectivos alienados. Cuando se inventó el Ministerio de Asuntos Sociales, un viejo amigo mío, «rojo de toda la vida», lo bautizó como «ministerio de las Lástimas». Era el reproche tradicional del marxismo pata negra a los neomarxistas del 68, que fueron los que inventaron las campañas de «discriminación positiva»: a fuerza de poner el acento en la «liberación de los colectivos alienados», terminaban pintando una sociedad irreal donde la gente «normal» no existía. El problema, claro, no estaba en emancipar a los alienados, sino en convertirlos en nuevos sectores sociales privilegiados por un exceso de conmiseración y presencia pública; así no se caminaba hacia la igualdad social sino que, al revés, se perpetuaba la diferencia, esta vez en perjuicio de quienes no lo eran. Pues bien: algo de todo esto, aunque con menos elaboración doctrinal (por fortuna), es lo que transmite el ambiente de Mujeres . Y luego está lo de la domesticidad de la historia, esa vulgaridad íntima, ese intenso olor a berza que asciende por el patio de vecindad y que recuerda los peores tópicos de la novela española de los años cincuenta y siguientes. Por eso, en fin, no me gusta Mujeres . Qué le voy a hacer. Santiago Segura acude a El Vídeo de 1.00.000 de euros como invitado para inaugurar una nueva sección del programa que presenta Yolanda Ramos. Cada semana, un personaje relacionado con el cine, la televisión y el mundo de la imagen, aportará de una manera divertida las claves necesarias para realizar vídeos que destaquen por su calidad, originalidad y sentido del humor. Los pensamientos e inquietudes de Ally McBeal regresan una tarde más a la pantalla de Cuatro. En El beso , Ally no deja de dar vueltas a su cita con Ronald. La abogada está convencida de que, a pesar del ardiente primer beso y de la buena conexión entre ambos, Ronald se está echando atrás. Para colmo, Ally trabaja en esta ocasión con la mujer de Billy en un caso de discriminación laboral.