Diario de León

Los arquitectos madrileños confiesan que el museo leonés es su autorretrato abstracto

Mansilla y Tuñón: «El Musac es una vuelta de calcetín a la Catedral»

Visitaron el museo con el presidente de la fundación Van der Rohe, que acaba de premiar el edificio

León

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León les da suerte. Luis Mansilla y Emilio Tuñón ganaron el Premio Nacional de Arquitectura con el Auditorio. Ahora, acaban de ganar el Premio Mies Van der Rohe, considerado el «Nobel de Arquitectura», por el Musac. Ayer volvieron a este espacio, que conciben como un lugar mágico, para mostrárselo a un grupo de periodistas de medios nacionales, junto a Luis Ortet, presidente de la Fundación Mies Van der Rohe, que les entregará el galardón dentro de unos días en Barcelona. Los arquitectos por la tarde dieron una conferencia en el Colegio de Arquitectos. Tuñón afirmó que su primera intención fue crear un edificio que no fuera introspectivo, sino abierto a la ciudad. Eso explica que tenga dos largos «brazos», para arropar a quien se acerca al que se ha convertido ya en uno de los edificios emblemáticos de la ciudad. A partir de ahora será lugar de peregrinación para muchos arquitectos y, con seguridad, un referente internacional. El director del museo, Rafael Doctor, avaló la tesis de los «brazos» protectores. En su opinión, el museo cumple una función similar a la de la Catedral en el siglo XII, en el sentido de ser un espacio mágico, «donde el visitante va a ver la realidad de un modo distinto a lo cotidiano». Tuñón explicó que el edificio hace guiños a la Catedral; en realidad, dijo, «hemos dado una vuelta de calcetín a la Catedral», porque en el templo gótico las vidrieras están en el interior, mientras que en el Musac están en el exterior. Mansilla confesó que hacen una arquitectura preocupada por expresar la condición humana de que somos iguales y distintos. «En arquitectura lo que produce emoción es lo que te encuentras y no lo que buscas», aseguró. Y esa obesión por la igualdad y la diferencia esta pareja de arquitectos madrileños la resolvió en el vestíbulo del museo «con una viga girada». «El Musac es como nosotros dos», dijo Tuñón, «es un autorretrato abstracto de dos arquitectos». «¿Y es el único museo del mundo que no tiene una sala permanente?», preguntó Ortet. Doctor explicó la filosofía del museo y cómo se está haciendo la colección hasta el 2012, de la que ya forman parte más de 250 artistas. Doctor volvió al referente de la Catedral para explicar que con el Musac León recupera el pulso innovador que siempre tuvo para la creación: no copió el gótico, sino que apostó por un gótico más avanzado; y, algo así, está ocurriendo con el museo, que apuesta por artistas que aún no están consagrados.

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