fútbol. primera división
Goleada con los secundarios (1-5)
El Madrid se impone de manera contundente al Oviedo con una actuación brillante de los jugadores del filial. Higuain y Di María juegan la segunda parte.
Di María, autor de dos de los cinco goles del Madrid, intenta evitar la entrada de Cervero.
El Real Madrid inició la pretemporada del tercer año de Jose Mourinho con una goleada, por 1-5, ante el Real Oviedo, de Segunda B, que tan sólo por momentos plantó cara a un equipo blanco plagado de jugadores del filial, salvo alguno, como Di María, que marcó dos goles.
El primer once del Madrid tenía a Granero como único experimentado, y los canteranos a prueba por Mourinho se asentaron mejor en los primeros compases del partido, aunque la primera ocasión fue de los locales con un balón al área que atrapó por alto Adán. Llegó pronto la réplica; en el minuto 8 Lucas se internó por la banda izquierda, entró en el área y batió a Barrio con un balón cruzado a media altura.
Cuatro córneres botó en el siguiente cuarto de hora un Madrid que tocaba bien en el centro del campo.
Pero el Oviedo no se amilanó y llegada la media hora de juego se adueñó por minutos de la posesión del esférico y trenzó continuos pases en la parcela ancha, aunque sin llegar apenas al área. En el minuto 39 un gran pase al hueco de Morata a un Dennis que se movió muy bien entre líneas hizo que éste se plantase en una larga carrera por delante de la defensa para batir por bajo y cruzado al portero local para hacer el segundo gol.
Y el tercero llegó un minuto después, tras unos regates por la izquierda de Lucas, bicicletas incluidas, y un pase al área chica que no encontró rematador visitante, pero sí, involuntariamente, de uno local, Candela, que en propia meta hizo el tercer tanto.
Al descanso Mourinho renovó casi por completo su once, y dio entrada a Higuaín, Di María, Callejón o Lass, entre otros. Di María tuvo la primera ocasión, nada más comenzar, pero echó el balón fuera desde la frontal; e Higuaín la segunda, minutos después, y también chutó desviado.
A los seis minutos el local Martins inauguró el casillero del Oviedo tras un fallo del portero Jesús en un despeje. Jugada casi idéntica se dio tres minutos después en la otra portería; esta vez fue Di María quien se aprovechó de un fallo del portero del Oviedo gracias a la presión, y luego marcó a placer. A continuación, un penalti, en el minuto 58, por manos en el área de Nacho, lo tiró Manu Busto, e hizo lucirse a Jesús tras su fallo anterior, con una estirada a un balón alto a la derecha para que siguiera el 1-4. En el minuto 73 llegó el quinto gol, también de Di María, que cazó un tiro al palo de Higuaín. Y ahí se acabó el festival goleador.