Diario de León

Triplete español en Moto3 y triunfo de Pol Espargaró en Moto2

Salom lidera el grupo que forman Viñales, Rins, Márquez y Folger.

Salom lidera el grupo que forman Viñales, Rins, Márquez y Folger.

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Moto3 se disfrazó en Catar de campeonato de España monomarca. Cuatro pilotos nacionales, Salom, Viñales, Rins y Márquez, todos con KTM, fueron escoltados por Jonas Folger en una carrera apasionante que abrió el mundial de velocidad. Fue Rins quien llevó la voz cantante al principio de la prueba, intentando romper en pedazos el grupo, aunque la larga recta de Losail y los rebufos le impidieron llevar a buen término sus intenciones.

Salom se ancló de forma cómoda a su rueda y Maverick, lesionado, sufría por delante de Álex Márquez. Pronto se vio que el hermano pequeño de Marc no se conformaría con estar ahí. Su carácter de ‘semirookie’ le hacía ser prudente con sus opciones, algo que él no fue en pista, lanzándose al cuerpo a cuerpo. Pasó a ‘Mack’ pero se topó con los dos líderes. La lucha delante metió en la pelea al propio Maverick, y entre los cuatro ofrecieron tres vueltas finales de infarto. En la última, Salom pasó por meta en primer puesto y Maverick se coló segundo. El ‘25’ era el que más justo iba de ritmo, por lo que el mallorquín cogió unos metros determinantes. Viñales fue segundo con seis centésimas menos que Rins. Los dos ‘gallos’ de la categoría arrancan dominando.

Pol versus Redding

En Moto 2 el himno español también sonó en el trazado catarí. La carrera fue de 32 pilotos, que se convirtieron en tres, pasó a ser de dos y terminó siendo de Pol Espargaró, gran candidato a proclamarse campeón de la categoría. Scott Redding y el piloto de Pons supieron aguantar en segundo plano mientras disminuía la efervescencia de Nakagami. El japonés, con talento y ganas, salió dispuesto a todo y marcó un ritmo irreal, por los tiempos bajos y porque no fue capaz de mantenerlo. Pol quiso pegarse a su rueda, pero entendió que la carrera iba a ser de fondo. Ya eran tres, y tras ellos, el abismo. Poco a poco Nakagami flaqueó para quedar el pulso entre Pol y Scott.

El británico y el español se dedicaron a jugar una partida de ajedrez en las siguientes vueltas. A cinco del final, Espargaró decidió que era el momento. Se fue a por Redding y le adelantó con la suficiencia del favorito. Su rival, con fama de falto de ritmo en las vueltas finales, demostró que la normativa que exige un peso mínimo al binomio piloto-moto le ha sentado mejor que a nadie. Se ancló a su rueda y peleó por la victoria. La última vuelta fue de infarto. Redding se echó encima y se tiró al interior. Pol aguantó como los grandes, mantuvo su trayectoria y la primera plaza.

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