Entre muchas luces y sombras

E l año 2017 será recordado por todos los que vivieron y disfrutaron con el equipo, por ese ansiado ascenso a la categoría de plata del fútbol español, terminando con 43 años de querer y no poder por diferentes motivos, llegando incluso al borde de la desaparición, un club como la Cultural con 94 años de historia, y varios campos a sus espaldas hasta llegar al actual Reino de León.

Grandes momentos ha podido disfrutar la afición y toda una ciudad volcada según iba transcurriendo la temporada, y los resultados no hacían otra cosa que certificar una trayectoria de triunfos, que animaban a poder lograr un sueño que duraba demasiado tiempo. La ilusión seguía creciendo jornada tras jornada, y lo que en un principio parecía una quimera, se estaba transformando en un mar de realidades, donde el sueño dejaba de serlo para convertirse en un hecho que era real, como el ascenso de categoría, ¡y que mejor, que conseguirlo en el Reino de León! acompañados de una afición que la historia estaba en deuda con ella. Como en los cuentos con final feliz, ¡la Cultural por fin, es de Segunda!

Tras las celebraciones, comienza una nueva temporada, en otra categoría, donde muchos jugadores artífices del logro abandonan el club por unos u otros motivos, es la ley del fútbol, hoy aquí, mañana allí, y aparecen nuevas incorporaciones. Los comienzos fueron ilusionantes y hasta en muchos momentos brillantes, con gran apoyo de la masa social que hizo largas colas para tener un asiento en el estadio. Pero la categoría es la que es, donde las diferencias son mínimas, la igualdad es su característica principal, los rivales tienen su peso, y el devenir competitivo te vuelve en pocas jornadas a poner en la realidad. El equipo a lo largo de esta primera vuelta a falta de un partido para terminar, y tras estar trece jornadas si ganar, rompiendo esa racha con el Nastic, está fuera de los puestos de descenso.