Al Ademar le asustó un dragón

s. c. anuncibay | león

La falta de ritmo competitivo, después de un mes alejado de la pista, pasó factura al Abanca Ademar en la visita que ayer devolvió al Oporto, un equipo más rodado a estas alturas del año que dominó a los leoneses durante prácticamente todo el compromiso (31-24).

Tan sólo en los primeros ocho minutos del partido, el conjunto entrenado por Guijosa mantuvo cierta igualdad con el luso, hasta que los dragones, donde milita el leonés José Mario Carrillo, ajustaron su defensa para cortocircuitar el ataque de un Abanca Ademar poco fluido en las transiciones ofensivas.

Además, acusó ausencias importantes, como la de los dos extremos izquierdos, Jaime Fernández y Juanín García, que no acompañaron al equipo por problemas físicos. Ocupó su lugar el canterano Adrián Casqueiro y también Rodrigo Pérez, un jugador polivalente.

Los dos equipos saltaron a la pista algo fríos y cada tentativa para perforar la portería contraria acababa casi siempre en agua de borrajas. En ese primer intercambio de golpes, los de Guijosa cogieron una ligera ventaja, que pronto enjugó el Oporto, más fiable en todas las facetas del juego.

Tanto el entrenador madrileño como Lars Walther aprovecharon este amistoso para dar minutos a todos sus efectivos y probar, en el caso de Guijosa, las novedades tácticas sobre las que ha trabajado en estas dos semanas de pretemporada invernal.

El Abanca Ademar necesita recuperar cuanto antes la mejor versión de jugadores que, en principio, deberían tener en esta segunda vuelta un rol mucho más importante que hasta ahora. Hace falta que Fede Vieyra, que como tantos otros acaba contrato en junio, dé un paso al frente, al igual que Pedrag Vejin. Ayer fueron Juanjo Fernández y Acacio Marques, que del mismo modo aún no han resuelto su futuro, además de Mario López, los que asumieron casi toda la responsabilidad de los lanzamientos y estuvieron atinados, aunque eso no bastó para desarmar al conjunto portugués.

De hecho, los leoneses enfilaron el túnel de vestuarios cuatro goles abajo. Y tras el descanso el guion poco cambió, al menos en lo que al resultado se refiere, a pesar de que los dos contendientes bajaron sus revoluciones de forma considerable. El Ademar, que nunca hizó la bandera blanca, intentó por todos los medios reducir esa distancia, pero chocó contra un auténtico muro. La solidez de su defensa precipitó varias pérdidas en la escuadra leonesa, que todavía afrontará otros dos encuentros de preparación antes de regresar a la Liga ante el Cangas el próximo 3 de febrero.

Este martes viajarán hasta Cantabria para medirse al Torrelavega, rival de División de Honor B que entrena el leonés Diego Soto. Y el sábado 27 de enero visitarán al Teucro en Pontevedra.