Diario de León

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Brasil se atasca frente a Suiza

La ‘canarinha’, sin chispa, se une a las sorpresas de este comienzo del Mundial. Se deja un empate ante una Suiza ordenada y que no renunció nunca al ataque.

El brasileño Neymar es frenado por el futbolista suizo Valon Behrami. SHAWN THEW

El brasileño Neymar es frenado por el futbolista suizo Valon Behrami. SHAWN THEW

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León

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Juanma Mallo | Rostov

A Brasil también se le atragantó el estreno en el Mundial de Rusia (1-1). Le resultó indigesto el debut, como a la Argentina de Messi y a la campeona Alemania. Empató ante una ordenada y correosa Suiza, que se quitó el papel de equipo que se limita a defender. Sin chispa, sin ritmo, con todo el juego pasando por un Neymar que aún precisa de tiempo para alcanzar su mejor nivel. Todo el juego pasaba por Neymar, con el pelo dorado, otra de sus extravagancias. Sin embargo, Behrami se convirtió en una agobiante sombra para el atacante del PSG. No obstante, era el faro y, en más de una ocasión, a pesar de que no está en el punto justo de forma, se obligó a bajar en exceso por el escaso ímpetu elaborativo de sus compañeros. Pero Brasil se dio pronto cuenta de que no iba a ningún sitio si se comportaba como un caballo percherón. Metió la cuarta, y comenzó el agobio para Suiza. Minuto 11, oportunidad para Paulinho. Una combinación entre Neymar y Coutinho, con la involuntaria colaboración de Schär, llegó al futbolista del Barça que no supo dirigir bien la pelota y se marchó fuera por poco.

Primer aviso en un partido en el que Neymar no podía ni respirar. Si se escapaba de Behrami ya aparecía algún compañero para pararle en falta. Poco después, Coutinho y Gabriel Jesús construyeron otra oportunidad. Al limbo. Hasta que apareció Coutinho para recoger un balón suelto al borde del área. ¡Booom! Conectó un tiro a la escuadra, imposible para Sommer. Dejó su sello, marca de la casa, el futbolista culé. Un chispazo, ésa era la única manera de romper la comprometida defensa de Suiza; con visión ofensiva, pero sin descuidar la retaguardia. Y desapareció la aceleración de la ‘canarinha’. Hubo un flojo remate de cabeza de Gabriel Jesús, que no se esperaba recibir la pelota en el segundo palo. Seguían las tarascadas a Neymar, pero pareció que la seleçao consideraba que ya estaba la obra finiquitada. Se frenó. Conservó la renta el pentacampeón hasta el descanso. Aunque luego sólo le duró cinco minutos la felicidad. Un cabezazo de Zuber colocó la igualada. Lo celebró Suiza como si hubiera ganado el Mundial.

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