Diario de León

Courtois y Oblak apagan el derbi

Vinícius se lleva el balón ante Thomas Partie. RODRIGO JIMÉNEZ

Vinícius se lleva el balón ante Thomas Partie. RODRIGO JIMÉNEZ

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ÓSCAR BELLOT | MADRID

En un derbi con los dos máximos aspirantes al Balón de Oro, Modric y Griezmann, sobre el césped el brillo lo pusieron los porteros. Courtois, sensacional en el primer tiempo, y Oblak, decisivo en el segundo, obligaron a Real Madrid y Atlético a firmar tablas (0-0) en lo que fue el derbi de las cautelas. Las prevenciones reinaron en el Santiago Bernabéu, que vio por tercera campaña consecutiva cómo los eternos rivales de la capital española empataban en un choque vistoso pero que se quedó sin lo más importante: los goles.

Cero a cero en el marcador, y no porque no lo intentasen locales y visitantes, que aportaron coraje a un duelo bravo pero en el que emergieron dos de los mejores guardametas del continente para negar la victoria al contrincante. Salió indemne por sexto curso consecutivo el Atlético de su visita al templo de La Castellana, una auténtica hazaña de la ‘era Simeone’. Limpió el Madrid la mala imagen ofrecida ante el Sevilla, exigido en la primera parte pero superior en la segunda pese a afrontarla sin su mejor futbolista, Bale, que tuvo que retirarse con problemas en el abductor derecho al descanso.

Intacta por tanto la tabla en la zona alta, con el Real Madrid dejando escapar otra oportunidad de situarse líder en solitario tras el tropiezo del Barça pero en el que dio un paso adelante en términos de competitividad. Y ello pese a que encaró el pulso con más vigor el Atlético, exigiendo Saúl un tempranero despeje de Courtois y con Griezmann ensayando una chilena sin premio. Más cómodo con la pausa que con el vértigo -¡quién le ha visto y quién le ve!-, el Madrid templaba ánimos con posesión y buena circulación. Así llegó la primera amenaza local, con un balón de Modric al espacio del que Bale no pudo sacar el fruto apetecido al toparse con Oblak. Mucho más profundo por la derecha que por la izquierda -Nacho no tiene los pulmones de Carvajal-, por allí trataba de fustigar el equipo de Lopetegui.

Replegaba líneas el Atlético en cuanto el Madrid superaba la primera línea de presión, con Griezmann y Diego Costa reservados para la guerra relámpago. Por esa vía tuvo una ocasión prístina el galo, que pilló desguarnecida a la retaguardia blanca tras un robo en el que los locales reclamaron falta mientras Koke servía un pase magistral al ‘7’. Con todo de cara, Courtois se jugó el rostro para repeler una bola que olía a gol. Lo mismo que un remate en el segundo palo de Bale a servicio con mira telescópica de Kroos que el extremo cruzó en exceso.

Vivo y recio el encuentro, como acostumbran los derbis -Sergio Ramos se pasó la primera parte sangrando por una brecha en la ceja-, con dos equipos entregados a una guerra sin cuartel, sólo le faltaba la pimienta del gol. Pudo hacerlo Saúl con un latigazo desde la frontal que se le marchó fuera. El Madrid sufría con la distancia entre líneas, con aviso de drama en los pases a la espalda de los centrales. Disfrutaba en cambio cuando Carvajal, que anda como una moto, cogía vuelo. De sus botas partió una asociación con Asensio que no pudo aprovechar Benzema. Tampoco pudo hacerlo Diego Costa, con otra intervención capital de Courtois después de que Griezmann le dejase mano a mano con el belga con un pase en profundidad.

El Madrid acabó la primera parte fiado a un fogonazo de sus estrellas, como el zurriagazo de Bale que atajó Oblak. La sobriedad del esloveno no le impidió coquetear casi a renglón seguido con emular a Karius, aunque Asensio, que puso la pierna para cortar el despeje, no tuvo tanta fortuna como Benzema en Kiev y el rebote volvió al arquero.

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