Diario de León

FÚTBOL | MUNDIAL DE CLUBES

El Madrid logra su séptima corona

Los jugadores del Real Madrid celebran, después de recibir la copa en el terreno de juego, la consecución del tercer Mundial de Clubes seguido. ALI HAIDER

Los jugadores del Real Madrid celebran, después de recibir la copa en el terreno de juego, la consecución del tercer Mundial de Clubes seguido. ALI HAIDER

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ROBERTO MORALES | MADRID

El Real Madrid se convirtió en el equipo con más conquistas de la historia del Mundial de Clubes (7) firmando con autoridad su tercera corona consecutiva (4-1) el día que Luka Modric regresó a su versión de líder y el fútbol premio la irrupción de Marcos Llorente con un golazo.

Al Ain no fue rival para el Real Madrid, que plasmó la abismal diferencia del fútbol entre continentes. El examen verdadero habría sido River Plate, pero la final soñada no se dio y el dominador del fútbol mundial en tres años de indiscutible hegemonía, dio un baño de experiencia a un rival inexperto en esas lares. Especialista en finales, el estreno del palmarés de Santiago Solari como técnico llegó con susto inicial y posterior demostración de poderío. Repetía el once que ha dado la estabilidad buscada en el torneo y Marcos Llorente respondía con una acción repleta de potencia que culminaba con un pase atrás que acababa en el poste. El remate de Lucas lo sacaba Fayez y la madera impedía el primero.

Nacía un partido de ida y vuelta en el que Al Ain desafiaba con valentía inocente a su mayor desgaste físico y asumía los riesgos de conceder espacios a futbolistas muy superiores en calidad. Sus opciones se redujeron a los primeros minutos, cuando Berg buscó la espalda de Varane y dio un susto a la salida de Courtois, que reaccionó con rapidez. Y especialmente tras un error infantil de Marcelo, que dejaba el balón muerto de cabeza en un intento de cesión y regalaba a El Shahat la oportunidad de su vida. La grada aumentaba los abucheos al capitán madridista, sin perdonarle la lesión a Salah, icono del mundo árabe, en la final de Champions.

Del susto al gol. Una virtud del antiguo Real Madrid que recuperó. Aparecía el Balón de Oro para abrir la final. De zurda, desde la frontal, con tiempo para recibir y colocar su disparo lejos del alcance de Eisa. El primer tanto del curso de Modric estaba reservado para un momento decisivo.

Se sintió superior el Real Madrid a un rival que siempre llegó tarde, concedió espacios y mostró carencias defensivas. Bale iniciaba una búsqueda continua del tanto que le habría convertido en máximo artillero histórico del torneo. No encontró la forma de superar al portero rival en minutos de asedio en los que enlazaba oportunidades. También le faltó acierto a Benzema.

La final acabó convirtiéndose en un paseo de gloria madridista. Marcos Llorente enganchaba un despeje a un saque de esquina a la hora de partido, con un magnífico derechazo. El jugador se ha hecho un hueco en el once del Madrid gracias a su desparpajo y calidad. Se lo pondrá difícil a Casemiro.

Era momento para disfrutar, exhibir virtudes y gestos técnicos al alcance de muy pocos. Como los que posee Marcelo, mientras que Bale extendía una noche de desacierto en el remate. Perdonó tres ocasiones más, dos manos a manos con el portero rival. Más eficaz fue Ramos para mandar callar a la grada con un testarazo inapelable a un córner botado, como no, por Modric.

El orgullo impulsó a Al Ain en busca del tanto que premiase su participación en el Mundial. Courtois salvó la primera, pero nada pudo hacer al cabezazo preciso de Shiotani. No era el fin, Solari había premiado a Vinicius y dejado sin minutos a Isco. Con el partido roto el brasileño encaró y como en su primer tanto, acabó encontrando el gol con un disparo que golpeó en un defensa rival. Era el broche para un Real Madrid campeón del mundo por séptima vez, cuarta desde cambió el formato del torneo y el único que lo consigue tres años seguidos.

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