Diario de León

El Madrid no tiene pegada

Los de Zidane dominaron el encuentro y crearon numerosas ocasiones pero sin el premio del gol

Vinicius volvió a evidenciar que no tiene confianza a la hora de rematar a portería.

Vinicius volvió a evidenciar que no tiene confianza a la hora de rematar a portería.

Publicado por
Ignacio Tylko | Madrid
León

Creado:

Actualizado:

Debió derrotar a un Athletic ultradefensivo por ambición, dominio, merecimientos, llegadas al área y ocasiones de gol, pero la falta de pegada condenó a este Real Madrid a su tercer empate consecutivo (0-0), tras los cosechados en Mestalla y el Camp Nou. Depende en exceso de Karim Benzema, un delantero extraordinario pero no un ‘killer’, y por eso cierra el año a dos puntos del Barça. Entre Unai Simón, sobresaliente, el travesaño, el poste y la falta de tino de sus delanteros, el Madrid volvió a quedarse cero.

Para cerrar la semana clásica, Zidane introdujo alguna modificación reseñable, además de la obligada de Valverde como pivote defensivo en sustitución del sancionado Casemiro. El ‘Pajarito’ uruguayo cumple en cualquier demarcación porque su progresión es geométrica, pero se siente más feliz con más recorrido y menos posicional. Arriba, comenzó de suplente Gareth Bale, titularísimo en el Camp Nou, para jugar con dos diamantes todavía por pulir, Rodrygo y Vinicius, cerca de Benzema. Mezclando a los dos brasileños saldría un jugador excepcional, ya que el primero tiene la pausa, toque y pegada y el segundo sobresale en el uno contra un,o pero decide peor tanto en el último pase como en el remate final. Problemas de juventud.

Dominó la situación el equipo Zidane desde el principio ante un Athletic extraño. A su técnico le dio uno de esos ataques de entrenador tan típicos en el Bernabéu, clásicos incluso en tiempos de Johan Cruyff al frente del Barça. Sufría importantes ausencias como la de Ander Capa, el mejor asistente de su equipo este curso partiendo desde el lateral, y Muniain, el enganche ideal entre medios y delanteros, y lo solucionó con tres centrales, Lekue y Yuri en los carriles y Dani García y Mikel Vesga por delante. Un muro. El muro vasco A pesar de tanto jugador de corte defensivo, encontró muchos espacios el Real Madrid en el primer acto, sobre todo por el centro. Si no marcó fue porque Vinicius sigue gafado, Benzema no tuvo su mejor noche y Unai Simón, cada día más asentado, estuvo soberbio. Cuatro ocasiones muy claras desperdiciaron los locales. Primero, Kroos lanzó al larguero tras disfrutar de una autopista. Luego, el portero vasco salvó un cabezazo de Benzema, inteligente siempre para buscarle la espalda al último defensor. Más tarde, el ariete francés encontró otro agujero en la zaga visitante pero se escoró mucho tras driblar a Simon, que le aguantó femenomenal. Desvió de tacón Núñez, aunque el balón no entraba, y luego Vinicius se enredó. Por último, Rodrygo le envío un caramelo a Karim, pero su testarazo lo dirigió muy al centro.

Pertrechado siempre atrás, el Athletic sufría para sacar el balón desde la cueva y abusaba de los balones largos. Seguro que era un método trabajado al contar con Kenan Kodro y Raúl García, dos notables cabeceadores, por detrás de Williams. Tuvo una muy clara el delantero, pero su tiro raso lo desvió Courtois, muy atento, y cerca del descanso Kodro marcó un golazo pero fue anulado por fuera de juego que vio el asistente y confirmó el VAR. Decreció el ritmo del Madrid, pero siempre mantuvo su claro dominio. Se tuvo que retirar a falta de más de media hora Militao tras sufrir un golpe en el ojo de Kodro. Pudo marcar nada más entrar Nacho en la única cantada de Unai, pero lo evitó el largeuro. Media hora final para Bale, poco activo para lo que exigía la situación. Asustó al fin el Athletic en el segundo período, pero Carvajal desvió un pase maravilloso de Lekue que le llegaba, franco, a Williams. Agotado, Vinicius se fue a la ducha y Zidane recurrió a Jovic, que tampoco aprovechó la oportunidad aunque cabeceó a la base del poste. El Athletic, tercer equipo que puntúa en Chamartín, tras Valladolid y Betis. Así se pierden las ligas.

tracking