Suárez hace más líder al Atlético

El ánimo de revancha, de venganza incluso, mueve con frecuencia a las personas. Desde que se sintió maltratado en el Barça y fue regalado al Atlético en una operación ridícula del club azulgrana e inmejorable por parte de los rojiblancos, Luis Suárez está empeñado en tapar muchas bocas, en ganar la Liga de rojiblanco y en ser el mejor jugador del campeonato y hasta el pichichi. En el mejor inicio liguero de su carrera, lo que ya es mucho decir, el uruguayo volvió a resultar determinante con un doblete en Cádiz (2-4) que lanza al Atlético hacia el título, con diez puntos de ventaja sobre el Real Madrid y un partido menos, y una proyección de 100 puntos al final del curso.

De momento, 50 en 19 encuentros, con solo una derrota y dos empates. Tremendo. Esta vez, no fueron tantos de oportunista, ni un penalti inventado, ni nada por el estilo. Simplemente, un golazo de golpe franco para abrir el marcador y un penalti transformado con suma seguridad para poner el 1-3 tras el descanso que dejó al Cádiz casi noqueado. El doblete que Negredo, otro viejo rockero que nunca muere, no fue suficiente para frenar al líder, que sufrió demasiado en defensa y esta vez no disfrutó del mejor Oblak aunque el esloveno e hizo una parada clave a Saponjic, cedido por los colchoneros a los amarillos.

Dominó más el Atlético en un primer tiempo extraño porque fue muy abierto pese a ser dos equipos que destacan sobre todo por su solidez defensiva. El Cádiz es el conjunto más directo, con menos posesión y las líneas más juntas de la Liga, y el Atlético solo había encajado ocho goles hasta este partido. Y eso que tanto el Eibar como el Valencia ya le marcaron en las dos últimas jornadas. Más polémica Otra falta a Joao Félix se la pidió Suárez, como en el colegio, y la puso cerca de la escuadra con un golpeo de rosca extraordinario.

Lejos de rendirse ante un enemigo casi invencible cuando se pone en ventaja, el Cádiz reaccionó pronto y empató gracias a Negredo, soberbio una vez más en su tiro cruzado con la zurda. Estuvo blando en la disputa Lemar y demasiado metido Felipe, el central de ese lado. Acusaba el Atlético la ausencia de Hermoso en esa demarcación. En el 44, fruto de una acción de estrategia, volvió a adelantarse el líder. Córner en corto, centro de Lemar y golazo o churro de Saúl. Solo lo sabe el centrocampista ilicitano, porque ese remate con la punta de la bota girando el pie hacia atrás es dificilísimo. Hubo aún otra clave antes del descanso, un penalti que señaló Gil Manzano por una mano de Koke, pero que el juez extremeño rectificó a instancias del VAR. La clave, que la mano estaba en el césped.

Fue inteligente tras el descanso Simeone con dos movimientos. Retiró a Torreira, amenazado con una tarjeta y con nula aportación en el pivote, e introdujo a Vrsaljko. Koke se situó en el eje del centro del campo y Llorente adelantó su demarcación. Se encontró con otro detalle determinante a su favor. Marcos Mauro cometió enseguida un penalti absurdo por arrollar a Lemar y Suárez no perdonó. No se vino abajo el Cádiz y sesteó el Atlético. Acortó distancias Negredo con un remate en semifallo y entre el vallecano y Saponjic rondaron el empate antes de que Koke sentenciase después de una sucesión de cambios defensivos de Simeone. La celebración fue de campeonato.