Reflexiones y mensajes dispersos

Luchístico letargo invernal. Es lo que prevalece a estas alturas. Frustración vía Asamblea, vía gestión directiva/ directiva... Expectativas que no se confirman. Letargo invernal. El mismo en el que se halla el Centro de Alto Rendimiento para lanzadores (peso, disco, etc.) El mismo letargo que el patrocinio de Manolo Martínez o del Balonmano Ademar. Con el ridículo, propagandístico y sin base «Centro de alto rendimiento para luchadores de elite» ya ni ironizamos. Por eso, por disparatado y absurdo cuando en la L.L. se carece de los cimientos más básicos y elementales... y se «fantasea con el tejado». «Ademar a luchar!!» grito de guerra ademarista. Pues «León, a luchar» -Lucha Leonesa- y en todos los frentes (deportivos, políticos, industriales, sociales, autonómicamente leoneses...) que la Lucha es lo más opuesto al entreguismo. Sin embargo cuantas pruebas, luchísticas pruebas, de entreguismo, claudicación o cuando menos pasotismo. Quedó dicho que el programa de T.V.E. «Gran Premio» supuso la «Gran Ocasión Perdida». Pero no la única... Se perdió la Gran Ocasión Olímpica con la presencia de la lucha en Barcelona 92 como deporte invitado o de exhibición (a pesar de lo que se empujó desde Canarias... e incluso desde Asturias). Y se perdió la «Gran Ocasión Federativa» con la creación de la Federación Nacional de Lucha Leonesa y que acabó en esta autonómica Federación Territorial de Lucha (lo de territorial es un eufemismo de Castilla guión León). Mientras que sí prosperó -¡cómo no!- la Federación de lucha canaria. De ambas ocasiones perdidas para la lucha leonesa nos ocuparemos monográficamente en otra oportunidad. Pero anticipemos que los últimos culpables de todo ello fueron las apáticas (¿recuerdan lo del pasotismo?). Instituciones leonesas, por inacción, y la propia sociedad leonesa por consentirlo (seguimos invocando el pasotismo). Crisis de leonesidad, en definitiva. ¡Cómo para no recelar de la Escuela de Pilotos «tan en el aire»! Claro que a este paso, retrasado y servil paso autonómico, vamos a quedar en Subprovincia y gracias. De momento: después otra comarca más... de la gran provincia pucelana. En cualquier caso, desde aquí irreductibles en nuestra luchística leonesidad; como corresponde a llevar la lucha leonesa por bandera. Y no menos irreductibles en lo de «españoles a fuer de leoneses», sin duda para escándalo de los radicales nacionaliegos de Conceyu Xoven (los del estado español y la nación lleunesa), acusado desviacionismo del fundacional y ortodoxo leonesismo. En clave de dispersión y de putpurrí... Todo el mundo coincide en que la lucha tiene que progresar. Versus, modernizarse. Modernidad es avance, progreso. Evolucionar, abrir horizontes nuevos... Lo abordaremos la semana próxima o siguientes. Entre tanto, ¿avanzar...? Diez escuelas de lucha interviniendo en el reciente Torneo de la Diputación. Irrisorio número y desapercibida competición («lo que no se publica/ difunde lo que no existe»). Agarrarse a eso como vía única de cantera, es engañarse. Eso en cuanto a lo reciente pasado ¿y lo reciente futuro? ¿la próxima Liga de Invierno bajo los mismos fracasados esquemas? ¿los mismos escasos equipos, la misma nula estructura de clubs en la mayoría y la misma carencia de sentido comarcal en casi todos? Que no todo ha de ser cuestión de voluntad y «horas de oficina» ¿Alguien pone en duda o deja de reconocer el trabajo y la dedicación del presidente Verduras? Un voluntarismo que nadie le niega al voluntarista presidente. Pero eso no ha de ser todo. Y de nada sirve si no va acompañado de imaginación y riesgo... Rompiendo barreras y prejuicios. Eficacia pero con imaginación y valentía. Actuaciones eficazmente imaginativas e imaginativamente eficaces. Así lo hemos de manifestar. E incidiendo en que desde aquí nunca se ha enjuiciado -y menos cuestionado- la disposición personal sino la actitud frente al cargo (o al frente del cargo). Talante y talentos ejecutivos. Autocrítica, análisis y soluciones. O lo que es lo mismo, reconocimiento de errores, debate... y acción eficaz. En el convencimiento de que la eficacia en las soluciones es la consecuencia de las otras dos premisas.