Diario de León

El Valladolid elimina al Madrid y da el primer revés a Luxemburgo

Ni la entrada tras el descanso de Zidane, Raúl y Ronaldo evitó el descalabro de los blancos Luxemburgo: «Estoy triste pero tenemos que continuar hacia adelante»

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Daniel Roldán - madrid
León

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Un tiro cruzado de Moré desató la locura en Valladolid y provocó la primera decepción de la era Luxemburgo en el Real Madrid. Los vallisoletanos leyeron perfectamente un partido en el que los blancos se perdieron con los esquemas tácticos y apelaron a la épica para llevarse el partido. El gol del inglés Owen, que lleva diez tantos en los escasos minutos que ha jugado esta temporada, dio esperanzas al Bernabéu. Sin embargo, la constancia de los pucelanos tuvo su premio. Vanderlei Luxemburgo sorprendió una vez más con sus planteamientos tácticos. Si en la ida apostó por cinco defensas, esta vez revolvió el centro del campo. El brasileño pasó de las bandas y colocó un trivote , con Celades, Gravesen a la izquierda y Javi García. Los tres estuvieron preguntándose qué hago yo aquí, sin saber adaptarse a sus nuevas posiciones. Gravesen, destacado Entre la espesura del juego blanco, el danés era el más entonado. Centro de todas las miradas, Gravesen arrancó las ovaciones más atronadoras simplemente con su derroche físico. Cortó, recuperó la posición y cubrió la banda de Roberto Carlos a la perfección cuando el lateral sudamericano subía al ataque. Incluso se permitió el lujo de ejercer como interior izquierdo para apoyar a los atacantes. Pero el trabajo no venía acompañado de circulación de balón. Y el Madrid estaba atascado. Con esta situación, el público blanco se impacientaba. Y más si veía cómo los pucelanos sí sabían a qué jugar. Líneas juntas, presión constante con un poco de solidaridad y aderezado con ocasiones de gol. Un cóctel que agitó a la perfección el conjunto de Sergio Kresic para meter el medio en el cuerpo a los de Luxemburgo. Y más cuando Sousa mandaba un balón al larguero. La pizarra montada por Luxemburgo se había convertido en un auténtico galimatías difícil de descifrar. El brasileño llamó a sus suplentes de lujo para que sacarán las castañas de juego. Y lo que consiguió fue partir al equipo. Ronaldo, Raúl, Zidane y Owen al ataque. Los demás, a defender. Fue el inglés el que encendió el partido. Una vez más, se reivindicó, se descolgó por las bandas y apoyó constantemente a sus compañeros. Siempre de cara a gol. Así rompió el orden castellano, recogiendo un pase de Raúl y cruzando ante la salida de Lledó. No fue suficiente. El Valladolid no se descompuso. Siguió a su bola, con las ideas de Kresic insertadas en el disco duro. Un gol les clasificaba. Así, poco a poco, se acercaron a la portería de César. Y Moré marcó, aprovechando el enésimo error de Raúl Bravo. Aparecieron las urgencias, el nerviosismo y el Real Madrid no supo resolver. Owen tuvo todas las acciones de gol pero no acertó y Moré pudo sentenciar, tras un nuevo error de Bravo en el despeje. Los minutos cayeron como losas. El Real Madrid intentaba ganar apoyándose en tres jugadores, Raúl, Zidane y Ronaldo, que habían entrenado duro por la mañana, y que acabaron viéndose sorprendidos por un equipo de Segunda, el Valladolid, que hizo bueno el valor doble de los goles y se ganó con justicia su pase de ronda en el torneo del ko.

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