Diario de León

El calor destapa la pobreza energética de los hogares más afectados por la crisis

Proteger la casa en días extremos se complica si no hay medidas de eficiencia y con una tarifa de la luz difícil de entender

Unos niños se refrescan bajo una fuente en Logroño. RAQUEL MANZANARES

Unos niños se refrescan bajo una fuente en Logroño. RAQUEL MANZANARES

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Las sucesivas olas de calor que azotan la Península no solo están cambiando los hábitos de los españoles por estas fechas, con escapadas fresquitas. También lo hacen con una de las caras más desconocidas para quienes menos recursos tienen frente a las altas temperaturas: la pobreza energética.

Tradicionalmente ligado al rigor del invierno, las carencias por las que pasan muchas familias estos días florecen al no poder activar un aparato de aire acondicionado, tener que conformarse con un ventilador de pie o la imposibilidad de refrigerar una habitación para el bebé que acaba de nacer. Son situaciones extremas que se repiten cada vez con mayor asiduidad en unas latitudes en las que el invierno es cada vez menos frío, los meses de elevadas temperaturas van ocupando la mayor parte del calendario y en las que la falta de ingresos y la inflación han abierto aún más la brecha energética entre ciudadanos.

De todas las estrecheces por las que atraviesan las familias, la vinculada a la imposibilidad económica de mantener sus viviendas con una temperatura adecuada es la que más ha crecido en los últimos años. El 17% de los hogares no puede permitirse pasar un verano extremo de calor en buenas condiciones en sus casas, según la Encuesta de condiciones de vida del INE. Ese grupo de población ha crecido casi tres puntos porcentuales en un año, desde el 14% previo.

No es solo el frío

En uno de los diálogos políticos celebrados en el Parlamento Europeo sobre pobreza energética, género y salud en el Mediterráneo, el investigador de la Universidad Autónoma de Madrid, Sergio Tirado Herrero , indicaba que «la pobreza energética no sólo significa sufrir el frío, sino también el calor». Considera que los rigores del verano «afectan de forma desproporcionada a los más vulnerables y es muy probable que aumente en el futuro, especialmente en las zonas sometidas al efecto ‘isla de calor urbano’». Por ello, apunta que «debemos prestar más atención a la pobreza energética» en esta época del año, aunque habitualmente se vincule al invierno. A los problemas derivados de la falta de presupuesto para mantener la vivienda se une la pérdida de poder adquisitivo de las familias con menos recursos. Para quienes están en situación de pobreza energética, el escenario ha empeorado considerablemente porque la falta de estabilidad hace muy difícil organizar la economía familiar y decidir lo que se va a gastar en cada necesidad básica de su día a día. Una de las principales causas este problema es la baja eficiencia energética de las viviendas, una circunstancia que afecta mayoritariamente a las familias que padecen esta problemática social.

En este sentido, los expertos indican que la brecha de pobreza energética, es decir, la diferencia entre la mitad del gasto energético requerido de un hogar y el real, ha pasado de 423 euros a 313 euros al año. Se ha reducido por la rebaja en los precios de la energía del último año, aunque esta distancia aún sigue siendo muy elevada por el impacto de la subida de los precios. En este marasmo de temperaturas récord, los hogares tratan de gestionar un uso eficiente de la luz.

Porque, aunque el coste de la energía se ha reducido de forma considerable respecto a los máximos de hace ahora un año, las tarifas aún son mucho más elevadas que las de la media histórica en España. El coste de generar electricidad ronda este mes los 100 euros por megavatio/hora (Mwh). Lo habitual es que en épocas extremas superasen los 60 o 70 euros/Mwh. Y el coste histórico siempre estaba por debajo de los 50 euros/Mwh.

Mejor durante el día

Además, cuando aún pensábamos si compensaba esperarse a medianoche para realizar un uso intensivo de la luz, los conocidos tramos horarios se han dado la vuelta por completo. Ahora sale a cuenta planchar a mediodía. Los precios más baratos de los últimos meses se han concentrado entre las 12.00 y las 18.00 horas en la mayor parte de las jornadas desde principios de marzo. Durante la madrugada también sigue siendo competitivo encender la luz, aunque en muchos tramos de la hora de la comida los costes mejoran incluso los que se registran habitualmente durante las noches.

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