Un trabajador menor de 30 años muere cada día en accidente laboral

Cada día muere en España por motivos profesionales un trabajador menor de 30 años. La realidad es más dramática en el sector de servicios donde predomina la mano de obra femenina joven. Los números desvelan el escalofriante dato de que una de cada tres mujeres que fallece en accidente laboral tiene también menos de 30 años. La tragedia de la siniestralidad en el trabajo figura en un estudio elaborado por CC.OO. con motivo de la semana europea en defensa de la seguridad y la salud en el trabajo, dedicada este año a los jóvenes. Las conclusiones del estudio fueron expuestas ayer por la secretaria de la Juventud del sindicato, Nuria Rico, en una mesa redonda, celebrada en el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. La primera denuncia de CC.OO. consistió en que el modelo productivo del país, basado en la reducción de costes laborales, afecta con mayor crudeza al empleo de los trabajadores menores. El sindicato advierte de que esa precariedad genera falta de cultura preventiva y carencia de conocimientos en materia de prevención entre los jóvenes. Este colectivo representa el 23% de la población activa y, sin embargo, sufren un 39% de los accidentes laborales. Así, la alta temporalidad, la rotación, las largas jornadas y el agotamiento físico y psíquico debilitan la capacidad de percepción y reacción de los trabajadores menores de 30 años ante un riesgo profesional. Además, el cansancio incrementa los accidentes in itinere (ida al trabajo y vuelta a casa), porque la precariedad y el precio de la vivienda provoca que el joven viva lejos de su empresa y tenga que realizar diariamente largos desplazamientos para acudir a su empleo. La unión de todos esos factores incide directamente en que el colectivo estudiado sufra el 44% de los siniestros registrados en el camino. El sindicato propone un modelo productivo de calidad, basado en la inversión, el desarrollo, la innovación y la formación de los trabajadores. Igualmente reclama una enseñanza previa a su inserción laboral, y el seguimiento y vigilancia del estado físico y mental de los menores a lo largo de toda la cadena de subcontratación.