Diario de León

León se aleja del avance de la UE en una autonomía que camina hoy a dos velocidades

El avance logrado por León en su convergencia con la media de riqueza de la UE se quebró con la crisis financiera, y está hoy en niveles inferiores a los del inicio de siglo. La capacidad de compra de los leoneses es de un 74% sobre la media europea. Una convergencia que fractura claramente la autonomía, y que sume a la provincia en un estancamiento que desemboca en el desencanto y el desapego hacia instituciones y políticos

La renta media de los leoneses es de 24.200 euros anuales, muy por debajo de los 32.700 euros de media en la UE de los 27. RAMIRO

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María J. Muñiz
León

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El incremento del descontento político y el desapego hacia los valores democráticos de la Unión Europea son, junto con el vuelco hacia los populismos y los extremismos y la crispación que generan, las grandes preocupaciones de las instituciones europeas de cara a las elecciones del próximo 9 de junio

Y más allá, de cara a la conformación de estas instituciones en el futuro. Las situaciones de desigualdad económica y social y el estancamiento del progreso de parte de los territorios comunitarios son una de las principales fuentes de este descontento. En las que se encuentran atrapadas provincias como León, que ha visto cómo desde la crisis financiera su convergencia con la UE (su riqueza y su capacidad de crecimiento) se desploman. Hasta caer a niveles inferiores incluso a los que tenía a principio de siglo, en el año 2000.

A tener en cuentaLos informes sobre cohesión económica y social de la UE sitúan a León entre las zonas en riesgo de caer en la ‘trampa del desarrollo’, las que pueden quedar atrapadas en el estancamiento económico y permanecen rezagadas en los modelos de la nueva economía.

La participación es uno de los grandes retos de esta convocatoria electoral, en un momento de crisis democrática y de inestabilidad económica, de guerra y de crecimiento de la extrema derecha, el populismo y los ultranacionalismos.

Vencer el desencanto de zonas como la provincia por la evolución en los últimos años, y por unas previsiones de cara al futuro que no son halagüeñas, es el objetivo de la campaña para unas elecciones en las que las fuerzas políticas nacionales se echan un pulso, pero en las que León se juega mucho de lo que tiene que ganar aún de la UE en los próximos años.

Lo cierto es que la convergencia económica de León con la media de la Europa de los 27, medida en el porcentaje de PIB per cápita, en la capacidad de compra de sus ciudadanos, ha caído un 15% desde el momento en que se inició la crisis financiera. Fue en 2007 cuando los leoneses estuvieron más cerca de rozar el índice de riqueza media europea, aunque aún así sólo llegaron a tener el 89% de la renta del conjunto de la unión.

CondicionantesLa provincia cuenta con varios de los condicionantes que los expertos europeos consideran que impiden en mayor medida el desarrollo económico. Entre ellos, tiene una amplia zona rural, una buena parte de su orografía es montañosa y está escasamente poblada.

El último dato de Eurostat señala no sólo que desde entonces la provincia se ha distanciado y empobrecido respecto al conjunto de países, no pocos también con serias dificultades de recuperación; sino que los leoneses viven hoy más distantes de la economía europea que en el año 2000.

Entonces el PIB por habitante era un 20% más bajo que la media, a día de hoy es un 26% inferior. La capacidad de consumo de los leoneses es en el último año analizado (2021) de un 74% respecto a la media europea. Es, con todo, un 2% más que el año anterior, que hay que recordar que fue el de la pandemia y supuso una paralización drástica de la actividad y el empleo, también de los ingresos.

El índice de convergencia con la UE dibuja también un mapa claro del diferente nivel de desarrollo que se esconde bajo el concepto de la Comunidad autónoma.

Frente a la media europea, los ciudadanos españoles en conjunto tienen una capacidad de compra del 84%, un 16% menos que esa media. Que en Castilla y León se rebaja al 81%. Eso sí, oscila entre el 95% de Burgos, el 90% de Valladolid, el 93% de Soria y el 89% de Palencia, todas ellas por encima de la media autonómica y nacional; y un empobrecimiento generalizado en el resto de las provincias: del 74% de León y Segovia al 73% de Salamanca, el 70% de Zamora y el 68% de Ávila.

Si se mide en euros, el poder de compra de los leoneses ha pasado de los 14.800 euros de media en el año 2000 a los 24.200 de 2021, el último ejercicio analizado. Un crecimiento progresivo que sólo se rebajó en 2020, con la crisis del covid; y que en 2021 recuperó su tendencia creciente.

En todo caso la capacidad de consumo de los leoneses está muy por debajo de los 32.700 euros de media en la UE; menos de los 27.600 euros de media en España. También de los 26.600 euros en el conjunto de Castilla y León. Sólo Burgos y Valladolid superan los 30.000 euros de esta renta, y Ávila, Salamanca, Segovia y Zamora tienen una capacidad adquisitiva más baja que León.

En la zona del descontento

Todos estos datos sitúan a la provincia de León en la situación por la que la Comisión Europea muestra una mayor preocupación en sus últimos informes. En lo que llama la geografía del estancamiento y el descontento, que separa las zonas en crecimiento de las que denomina «atrapadas en la trampa del desarrollo» dentro de la UE.

El último informe de cohesión económica, social y territorial, recientemente publicado, incide en que durante las últimas dos décadas muchas regiones han experimentado un largo período de estancamiento económico, que ha generado un clima de descontento de la población. Son regiones que «han caído en la trampa del desarrollo, un estado de deficiente avance del PIB, la productividad y el empleo».

Una situación que se ha trasladado a un incremento del descontento político, y de desapego hacia «los valores democráticos y hacia la UE». Es así porque estas ‘trampas de desarrollo’ no sólo conciernen a los aspectos económicos. Una economía menos dinámica y la falta de oportunidades laborales implican costes sociales y abren el camino al resentimiento político, que se incrementa «cuando el sistema deja a mucha gente atrás».

Cambio de modelo

El informe de la Comisión Europea advierte, sin embargo, de que a pesar de que buena parte de las regiones están atrapadas en una «trampa persistente», otras muchas han logrado encontrar un camino de desarrollo. «Que coincide generalmente con un cambio en la especialización hacia actividades económicas más complejas, vinculadas a las fortalezas locales y a menudo integradas en cadenas de valor globales».

Por eso, las políticas de cohesión en marcha dentro de los programas futuros de apoyo de la UE insisten en que los caminos de desarrollo pasan por identificar las oportunidades locales, por una nueva forma de aproximarse a las características de las regiones ‘atascadas’ en su desarrollo para buscar la forma de escapar de estas situaciones y por ser conscientes del riesgo que se establece entre la duración de estas situaciones de entrampamiento del desarrollo regional y el aumento del descontento político en la UE.

Peligro en aumentoLa Comisión Europea advierte de que pese a los avances, en algunas zonas las disparidades crecen

Los últimos informes sobre la evolución de la cohesión, tanto económica como social, en los países europeos inciden en que las políticas que se han desarrollado para favorecer esta convergencia en las últimas décadas han contribuido realmente a reducir las diferencias entre las regiones. Pero el último estudio, el noveno, advierte de que persisten, e incluso se acentúan, las disparidades en algunas de estas zonas. Hay peligros de cara a los próximos años, explican, que es necesario diagnosticar y afrontar «de manera más individualizada».

Transición ecológica

Sobre la disparidad en el desarrollo de territorios como el leonés pesa también la transición ecológica. No sólo la rémora de haber perdido uno de sus principales motores económicos con la minería del carbón y la producción térmica, sino porque, como todo el país, se verá afectado de forma más grave que el resto de Europa por el impacto del cambio climático.

En el caso de la reconversión de las cuencas mineras, que afecta a toda la economía provincial, los expertos europeos advierten además de que comarcas como estas, que fueron «polos industriales y energéticos», se enrocan en recuperar el dinamismo económico anterior, sin acabar de implementar nuevas formas de desarrollo y actividad.

Transición ecológicaLeón sufre no sólo la rémora de la pérdida del carbón, sino la amenaza del cambio climático

En el caso de las cuencas hay que tener en cuenta que, además de los fondos que le corresponden como región en transición y los Next Generation, tienen también las ayudas económicas del programa denominado de Transición Justa. Que, desde luego, no están dando los resultados esperables en la provincia. Es así porque en esta ocasión los fondos de reindustrialización están asociados a la presentación de proyectos empresariales y de empleo viables. Y ahí la provincia está en clara desventaja de propuestas con otras regiones mineras.

Los expertos destacan también que, en el aspecto energético, zonas como la leonesa no aprovechan suficientemente su potencial de generación eólica, solar e hidráulica.

En el caso del cambio climático, el diagnóstico de la Comisión Europea sitúa a León entre las zonas que en 2050 tendrán mayores costes adicionales por el calentamiento del planeta.

Resentimiento

El rechazo político se abre camino cuando el sistema y la economía dejan a mucha gente atrás
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