Diario de León

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Ordenadores en un aula de un colegio, en una imagen de archivo.

INFORME DE LA OCDE

El uso del ordenador en la escuela no implica mejores notas

Según un estudio de la OCDE, la utilización "excesiva" de los ordenadores "empeora" el resultado de los alumnos. Los estudiantes españoles están por debajo de la media en lectura digital y resolución de problemas matemáticos

Personal de la Marina Militare muestra, este lunes, al bebé nacido hace cinco días en una barca que transportaba a 284 refugiados que fueron rescatados en la costa de Sicilia.

Nacer en alta mar, nacer sin estado

La crisis de los refugiados que llegan a Europa ha dado numerosas imágenes protagonizadas por niños, las víctimas más inocentes de este drama, que han vivido las vicisitudes de una peligrosa travesía por tierra y mar, algunas con trágico final, como le ocurrió al pequeño Aylan. Ahora ha trascendido otra imagen que ilustra otra cara de este drama; el de los bebés que nacen en las barcas que traen a sus madres a las costas de Grecia, Italia o Turquía, en Libia mientras esperan a cruzar el mar o en Hungría, en la estación de tren antes de iniciar viaje a Alemania. Son niños que, aunque nazcan sanos, afrontarán una incertidumbre legal; no obtendrán la nacionalidad europea y algunos pasarán a engrosar la lista de personas sin estado. El último caso es el de un bebé que nació hace seis días en un bote que llevaba a 284 refugiados y que fue rescatado por la Marina italiana ante las costas de Sicilia. Este lunes, la Marina Militare ha difundido una foto del pequeño, tras ser atendido por personal sanitario. Junto a él y su madre viajaban otras dos mujeres embarazadas de nueve meses. Todos ellos están bien. MADRES DESESPERADAS "Es peligroso pero esta gente está desesperada. Piensan que o mueren antes de dar a luz o si tienen suerte, su bebé nacerá en Europa", dice Meron Estefanos, director de la oenegé Iniciativa Eritrea por los Derechos de los Refugiados. La ONU y las oenegés no tienen datos de cuántas embarazadas emprenden el viaje hacia Europa. Pero está claro que las mujeres que huyen de Siria o de otras zonas de conflicto están tan desesperadas que el hecho de estar embarazadas --algunas de ellas con gestaciones avanzadas-- no les frena. Tienen una urgencia mayor: la de dejar atrás el horror de la guerra. Barbora Sollerova, miembro de Médicos sin Fronteras en un barco que participa en labores de rescate en aguas de Malta, apunta que un 10% de las mujeres rescatadas están embarazadas. "Muchas sufren abusos sexuales, físicos y psicológicos. Son usadas como mano de obra. No reciben alimentos y a menudo no reciben atención prenatal o posnatal", denuncia Solerova, que advierte de que esos abusos y ese estrés podrían tener un impacto a largo plazo en su salud mental y en su capacidad de criar a sus hijos. EN EL LIMBO LEGAL Otro peligro son los riesgos legales para aquellos bebés nacidos fuera de sus países de origen. Algunos padres huyen sin documentos de identidad, a los bebés nacidos durante el viaje no se les expiden certificados de nacimientos y mujeres de ciertos países, entre ellos Siria, no tienen derecho a dar su nacionalidad a sus hijos. Este es un grave problema en aquellos casos en los que no está el padre del bebé. Estos bebés no tendrán la nacionalidad de ningún país europeo, ni aunque hayan nacido en Europa, porque los países de la UE solo garantizan la nacionalidad si existe el "derecho de sangre", es decir, que lo sean los padres. Hay excepciones: Francia suele conceder la nacionalidad francesa a este tipo de niños antes que otros p