TIROTEO EN CONNECTICUT
Los niños de Newtown regresan a la escuela tras la masacre
La policía había desplegado efectivos para garantizar la seguridad y mantener alejada a la prensa
Un típico autobús escolar, ayer, en Newtown.
Los autobuses escolares se cruzan con comitivas funerarias. Es el día del retorno a la escuela para los niños y adolescentes de todas las escuelas de Newtown menos una, Sandy Hook, el colegio donde el viernes Adam Lanza cometió la segunda peor matanza en un tiroteo de la historia de Estados Unidos, con 20 de sus 27 víctimas niñas y niños de seis y siete años, que empezaron a ser enterrados ayer.
“¿Es demasiado pronto? No lo sé, nunca sentiríamos que es el día adecuado, pero algún día tenía que ser”, ha explicado Peter Muckell, un hombre que ha llevado a Shannon, su hija de ocho años a la escuela elemental Hawley, ubicada en Church Hill Road, una de las principales arterias de esta localidad de Connecticut de 26.000 habitantes que poco a poco intenta regresar a la normalidad.
Como él muchos padres han optado por dejar personalmente a sus hijos en los seis colegios públicos y tres privados que sirven a la población, que han retrasado dos horas sobre el horario habitual el inicio de las clases. Son los adultos quienes parecen tener más miedo e incomodidad que muchos de los niños. Otros han seguido la recomendación del distrito escolar y los han enviado, como de costumbre, en los tradicionales autobuses escolares amarillos.
Visible presencia policial
Todos los centros educativos han incrementado visiblemente la presencia policial, con agentes llegados de 15 departamentos distintos. Según alertaba también el distrito a los padres, era tanto por seguridad como por cerciorarse de que se mantiene a distancia a la prensa. Pero algunos padres han parado ante los periodistas para compartir emociones, como un matrimonio que dejó a su hija también en la escuela de Hawley.
“Solo queríamos dar personalmente las gracias a los profesores”, explicaba el hombre, que no quería dar su nombre. Los únicos que no han vuelto a clase son los cerca de 700 alumnos de la escuela de primaria Sandy Hook, que serán reubicados en Chalk Hill, una escuela en la cercana localidad de Monroe.
Las autoridades de las dos ciudades mantuvieron reuniones de emergencia ayer para eliminar procesos burocráticos y dar luz verde a la habilitación acelerada del centro escolar, que había dejado de ser utilizado por el descenso de la población en la localidad el año pasado. Se están creando réplicas de las aulas de Sandy Hook y la intención de las autoridades es reabrirlo lo antes posible, aunque el viernes es el último día de clase antes de las vacaciones de Navidad.