Diario de León

Detenciones masivas, purga de jueces y petición de muerte en Turquía tras el golpe fallido

"Dinos que peguemos y vamos a pegar, dinos que matemos y vamos a matar", grita la gente ante el Parlamento

Partidarios de Erdogan agitan las banderas turcas en la plaza Taksim de Estambul.

Partidarios de Erdogan agitan las banderas turcas en la plaza Taksim de Estambul.

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Ilya U. Topper / Estambul
León

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La intentona de golpe militar que mantuvo en vilo Turquía durante toda la noche pasada, ha desembocado hoy en una manifestación de fuerza del Gobierno islamista, que se ha apresurado a realizar purgas en la Judicatura, a la vez que recibía el respaldo de todos los partidos políticos.

Según las cifras difundidas por el primer ministro, Binali Yildirim, el balance del golpe son más de 250 muertos entre policías, soldados leales al Gobierno, civiles y golpistas 1.440 heridos. Además, más de 2.800 soldados fueron detenidos tras fracasar el golpe, y el Ministerio de Interior anunció la destitución de 5 generales y 29 coroneles. Entre los militares detenidos se hallan los generales Adem Huduti, comandante del 2º Ejército de Turquía, que controla la lucha contra la guerrilla kurda en el sureste del país, y Erdal Öztürk, comandante del 3º Ejército, estacionado en Anatolia oriental.

El Gobierno ha iniciado una purga de la Judicatura, y la Junta Superior de Jueces y Fiscales y ha destituido a 2.745 magistrados, al tiempo que el Ministerio de Justicia destituyera a 5 de los 22 miembros de ese mismo cuerpo. Al mismo tiempo, la policía detuvo a 10 jueces del 'Danistay', la máxima autoridad jurídica para contenciosos administrativos, y tiene a otros 38 en búsqueda y captura, mientras que hay orden de arresto contra 140 jueces del Tribunal Supremo (Yargitay), y se ha detenido a Alparslan Altan, juez del Tribunal Constitucional.

A media tarde comenzó en el Parlamento una sesión especial en la que Binali Yildirim describió la jornada de ayer como "una fiesta de la democracia", resaltando que la población se había opuesto a los golpistas.

Yildirim, líder del gobernante partido AKP, obtuvo el respaldo de los tres partidos de la oposición, que condenaron el golpe de forma unánime, aunque hicieran veladas críticas a la deriva autoritaria del Gobierno.

Delante del Parlamento se reunió una muchedumbre que celebraba el fracaso del golpe pero que en sus gritos de apoyo al Gobierno del AKP llegó a pedir la pena de muerte (abolida en Turquía) para los golpistas, con gritos como "¡Dinos que matemos, y mataremos!"

Según las imágenes difundidas por las televisiones turcas, muchos militares golpistas sufrieron un violento acoso por parte de ciudadanos que habían salido a la calle de madrugada siguiendo el llamamiento del Gobierno, y algunos sólo fueron salvados del linchamiento por la intervención de la policía. La web opositora Odatv difundió además la imagen de un soldado al le cortan la cabeza a la manera de los yihadistas del Dáesh.

Las fotos muestran un gran número de jóvenes barbudos, algunos incluso con atuendo claramente islamista, entre los manifestantes antigolpistas de la madrugada, casi todos varones, en un llamativo contraste con las manifestaciones izquierdistas que en Turquía suelen contar con tantas mujeres como hombres.

Las protestas se convirtieron en celebraciones después de que, al amanecer, los soldados golpistas abandonaron los tanques sobre el puente del Bósforo y se rindieron a la policía, un instante transmitido en directo por las televisiones. Hasta ese momento habían sembrado pánico los vuelos rasantes de cazabombarderos sobre el centro de Estambul y Ankara, rompiendo la barrera del sonido con un efecto fácil de confundir con detonaciones, sin que la ciudadanía supiera si estaban pilotados por rebeldes o militares leales al Gobierno.

Según los medios turcos, dos helicópteros de los golpistas fueron abatidos por cazas, pero otros aviones bombardearon el Parlamento, dejando varios heridos y graves daños materiales.

La verdadera motivación de los conspiradores es aún oscura, pero el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha adjudicado de inmediato la responsabilidad a la red de seguidores del predicador Fethullah Gülen, hasta 2013 firme aliado del Gobierno islamista cuya ideología comparte, y desde entonces acérrimo enemigo.

Los medios afines a Gülen han negado tajantemente toda implicación y han transmitido una condena del golpe por parte del predicador, exiliado en Pensilvania. Aunque la presencia de los gülenistas en Policía y Judicatura era conocida, hasta que estos cuerpos sufrieron amplias campañas de purgas en los últimos años, no hay constancia de que los mandos militares, de tradición firmemente laica, tengan simpatías por la cofradía religiosa.

En su primera intervención pública hoy, Erdogan ha descrito el golpe como "un regalo de dios" que permite extender la purga de gülenistas al Ejército.

Miles de manifestantes exigieron hoy ante el Parlamento de Ankara que se reinstaure la pena de muerte en Turquía tras el sangriento intento de golpe de Estado anoche. Según la televisión CNNTürk, los manifestantes gritaban eslóganes como "queremos ejecuciones, la pena de muerte".

"Dinos que peguemos y vamos a pegar, dinos que matemos y vamos a matar", fue otro de los lema dirigido aparentemente al presidente turco, el islamista Rece Tayyip Erdogan.

El primer ministro y líder del gobernante partido islamista AKP Benali Yildirim, quien se encontraba en el mismo lugar de la manifestación, pidió a los manifestantes que se dirijan a la céntrica plaza de Kizila, "para guardar la democracia". Ante los eslóganes de los manifestantes, el primer ministro señaló: "Hemos entendido vuestro menaje. Vamos a hacer lo que sea necesario".

Mientras, la oficina turca de Amnistía Internacional (AI) advirtió hoy de una reintroducción de la pena de muerte el país. "Turquía se ha unido para defender los derechos contra una supuesta junta (militar)", dijo Andrew Gardner, expertos en derechos humanos en Turquía, en su cuenta en la red social Twitter.

"Una vuelta a la pena de muerte y una represión contra disidentes sería el final para la victoria", agregó el analista de AI. La pena de muerte fue abolida en Turquía, por completo y para todos los tiempos, en el año 2004.

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