EE. UU. zanja las negociaciones con Corea tras recibir amenazas

«Corea del Norte no debería abandonar la reunión de Pekín con la impresión de que EE. UU. será intimidado por declaraciones belicosas o por amenazas», ha declarado Powell. «Ahora las partes volverán a sus capitales y evaluarán lo que ha ocurrido, analizarán las ofertas y determinarán qué ocurrirá después», añadió. Aunque, fuentes de la administración estadounidense han afirmado que Corea del Norte ha reconocido que posee armamento nuclear. Durante las conversaciones iniciadas el miércoles en Pekín entre Corea del Norte y Estados Unidos con la participación de China, Pyongyang ha insistido en que sólo abandonará su programa nuclear si Washington renuncia a hacer uso de la fuerza. Es más, como subrayaba ayer la prensa norcoreana, el régimen de Pyongyang no tiene ninguna intención de renunciar a sus exigencias fundamentales. «La posición de principio de la RPDK (República Popular Democrática de Corea, nombre oficial de Corea del Norte) para resolver la cuestión nuclear sobre la península coreana es clara y lógica», afirmó la agencia oficial KCNA. Desde el inicio de la crisis en octubre, Corea del Norte exige un tratado de no agresión por parte de Washington a cambio del cual satisfaría las preocupaciones en materia de «seguridad» respecto a su programa atómico. Washington pidió a Corea del Norte en un primer momento que el desmantelamiento de sus instalaciones nucleares pueda ser verificado manteniendo abiertas todas las opciones, entre ellas el recurso a la fuerza. «Estados Unidos debería mostrar su voluntad política de efectuar una reorientación valiente de su política hostil hacia la RPDK y probarlo en la práctica», afirma la agencia KCNA. «Esta es la prueba para permitir conversaciones fructíferas con el fin de responder a las expectativas e inquietudes de la comunidad internacional», señala la agencia, añadiendo que Estados Unidos debe renunciar al uso de la fuerza «antes de hablar de verificaciones y de desmantelamiento de las fuerzas de disuasión». Según fuentes diplomáticas citadas por la agencia japonesa Kiodo, China insistió ayer en la necesidad de mantener a la península coreana libre de armas nucleares e instó a las dos partes a encontrar una base de acuerdo a través de las conversaciones. Pekín quiere impedir que se produzca una guerra en la península ya que un conflicto entre las dos Coreas, en el que también participaría Estados Unidos, perjudicaría el crecimiento económico del país y dificultaría sus intereses estratégicos. La crisis nuclear norcoreana comenzó cuando Washington acusó a Pyongyang de haber lanzado un programa nuclear militar clandestino en violación de acuerdos que datan de 1994.