Diario de León

Pakistán presenta una protesta formal ante Washington por el bombardeo de la aldea | Análisis | Las relaciones |

EE.UU. mata?a 18 civiles?en?un ataque contra el número dos de Al Qaida Zawahiri, el cerebro de la red Washington se impacienta

Islamabad descarta la muerte de Zawahiri como anunciaron los medios americanos Las relaciones entre la Casa Blanca e Islamabad pasan

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Ami Mir Miguel Murado - islamabad redacción
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El Gobierno paquistaní protestó ayer formalmente ante EE.UU. por un bombardeo que causó la muerte de 18 civiles paquistaníes, entre ellos cinco niños, y erró al parecer en su objetivo de matar al número dos de Al Qaida, Aymán Al Zawahiri. Un avión teledirigido por la CIA desde Afganistán lanzó varios misiles sobre Damadola, una aldea del área tribal paquistaní cercana a la frontera afgana, en busca del egipcio Al Zawahiri, según fuentes de seguridad de EE.UU. citadas por varias cadenas de ese país. Aunque Washington no ha hecho de momento comentarios al respecto, Pakistán, uno de sus grandes aliados en Asia, descartó casi de inmediato que el bombardeo hubiese matado a Al Zawahiri, considerado por algunos como el auténtico líder de Al Qaida, y calificó el ataque sobre civiles como «altamente condenable». El Gobierno paquistaní convocó ayer al embajador de Estados Unidos, Ryan Crocker, para presentar una protesta formal y advertirle de que ese tipo de actuaciones no pueden repetirse. Ni el Gobierno estadounidense ni el paquistaní han confirmado que el ataque del viernes fuese llevado a cabo por la CIA, aunque así lo han señalado fuentes de los servicios de inteligencia de ambos países y parece desprenderse de la reacción de Islamabad. El ministro paquistaní de Información, Sheikh Rashid Ahmed, indicó que su Gobierno considera «altamente condenable» la muerte de civiles en un ataque aéreo. «No permitiremos que este tipo de incidentes vuelvan a ocurrir», afirmó el ministro, quien también dejó claro que «no tenemos ninguna información sobre la presencia de Zawahiri» en el área tribal atacada. Segundo intento Es la segunda vez en este mes que fuerzas estadounidenses entran en Pakistán desde el otro lado de la frontera en busca de supuestos insurgentes extranjeros, aunque esta vez ha tenido una mayor repercusión al darse prácticamente por hecha, durante varias horas, la muerte del «segundo» de Osama Bin Laden. Pero fuentes de los servicios de inteligencia paquistaníes concluyeron que el alto responsable de Al Qaida no estaba en ese área residencial cuando se produjo el bombardeo, que mató, entre otros, a cinco niños y otras tantas mujeres. La información de inteligencia que dio pie a la actuación de Estados Unidos sería por tanto errónea, según esas fuentes. La portavoz del Ministerio paquistaní de Exteriores, Tasneem Aslam, indicó que, «de acuerdo con las primeras investigaciones, había una presencia extranjera en el área y, con toda probabilidad, era el blanco desde el otro lado de la frontera en Afganistán». Un alto responsable de los servicios de inteligencia dijo que la investigación ha concluido que el lugarteniente de Bin Laden «no murió en el ataque de este viernes». Ayman al Zawahiri, erudito y poeta, es considerado como el verdadero cerebo de Al Qaida y el principal ideólogo de los atentados más espectaculares. Su última aparición en vídeo fue escasamente hace unos día, en concreto el día 6. Diplomado en Medicina en 1974 -es el médico personal de Bin Laden-, se integró en las filas de Al Yihad egipcia y estuvo tres años en la cárcel por el asesinato del presidente Anuar el Sadat (1981), en el que estuvo implicado el movimiento. En 1992 la organización integrista desató una ola de atentados en Egipto y Zawahiri fue condenado a muerte. Por primera vez viajó a Afganistán en 1979 y después en 1980, para curar a los heridos en los combates contra las tropas soviéticas. Si, como cree la CIA, Bin Laden y Zawahiri tienen su domicilio en la comarca de Bajaur, en el NE de Pakistán, no podrían haber elegido mejor lugar para esconderse. Aunque Alejandro Magno creyó encontrar allí la ciudad perdida de Dionisios y Churchill lo visitó como joven oficial británico en el XIX, Bajaur ha sido en general un bastión inaccesible. Por eso el famoso sultán Babur se refugió allí a la espera de recuperar su imperio. Hasta es posible que Bin Laden haya pensado en este precedente, porque Babur es justamente la clase de héroe islámico en el que el millonario saudí proyectaría su locura. Las inspiraciones Y si Bin Laden se puede haber inspirado en Babur, George Bush parece haberse inspirado en Churchill, quien en sus memorias relata como el 11 de Lanceros mató a una docena de campesinos por albergar a enemigos de Inglaterra. «Una lección que no olvidarán en Bajaur». Ahora, tampoco es probable que olviden el ataque del viernes. En mayo, con mucha dificultad, las autoridades pakistaníes habían logrado cerrar un trato con 150 de sus jefes tribales. El ejército había detenido en Bajaur a un centenar de personas por ayudar a supuestos miembros de Al Qaeda y la región amenazaba con rebelarse. El acuerdo comprometió a las tribus a no volver a hospedar a «extranjeros o terroristas» y a multar (con unos 80.000 euros) a los transgresores. La solución era buena para Islamabad, que no se atreve con las tribus, pero no para Washington, que empieza a perder la paciencia con Musharraf. El cambio de actitud se nota al menos desde el terremoto de Cachemira, cuando Washington pudo comprobar la fuerza del yihadismo tanto allí como en Pakistán. Se dice que en diciembre un alto cargo de la CIA estaba ya en Delhi viendo la manera de aumentar la presencia india en Cachemira en detrimento de Pakistán, y que el mismo alto cargo voló luego a Qatar, donde vive exiliada Benazir Butho, la líder de la oposición pakistaní. Así las cosas, la protesta formal de Pakistán ayer puede que no sea sólo por la violación de su soberanía. Lo cierto es que las relaciones entre Washington e Islamabad pasan por un período de frialdad.

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