Diario de León

Haití intenta de nuevo tomar la vía de la democracia

Nueve millares de cascos azules y policías vigilarán hoy las elecciones presidenciales, enmarcadas dentro del débil proceso de transición, para que los tres millones y medio de electores voten protegidos y con garantías

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efe | el cairo - dataserv. especial | p. príncipe

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El rincón más mísero del hemisferio americano elige hoy nuevo presidente, dos años después de que el anterior, el populista ex sacerdote Jean Bertrand Aristide, se exiliara en Sudáfrica. Desde las seis de la mañana cientos de observadores internacionales y 9.000 cascos azules y policías tienen los ojos bien abiertos en cada colegio electoral para que los tres millones y medio de electores voten protegidos y con garantías democráticas. Casada con un haitiano, residente e Puerto Príncipe desde hace 20 anos, Maruxa, una santanderina con mucha influencia y afectos gallegos, se declara optimista. Todavía se acuerda de los asesinatos de 1988, las primeras tras la partida del dictador Duvalier, y ahora espera que todo salga bien. «La gente quiere de verdad votar, y lo ves porque estos días no hay tiros, esta todo muy tranquilo». Apostó contra sus alumnos de español de que, esta vez, no habrá problemas. Ellos, que sueñan con emigrar a Miami o la vecina República Dominicana para escaparse del 70% de paro local, no se fían. El aliado de Aristide Bajo el ardiente sol, Lulú vende muebles de segunda mano en una calle de Puerto Príncipe. Preval, bon bagay (Preval, buena cosa), dice señalando el cartel del favorito para ganar en este primer turno, según Gallup. Rene Preval, un viejo conocido -fue ex presidente y ex primer ministro al lado de Aristide-, aglutina el voto de los pobres urbanos, que lo identifican con la construcción de escuelas, plazas y carreteras, pero sobre todo, con Aristide. Agrónomo formado en el extranjero, destaca en sus mítines la necesidad de desarrollo para que el país vuelva a ser seguro. El industrial Charles Baker y el democratacristiano Leslie Manigat, le siguen de lejos en intención de voto. Charlito, como llaman aquí al único candidato blanco (el 95% de la población es negra), cuenta con el apoyo de la burguesía empresarial, fieles a su eslogan «orden, disciplina y trabajo». Manigat gusta más a los católicos de piel más oscura y de menos ingresos. Ya sea política o criminal, la violencia es el pan de cada día en Haití. En el ultimo año unas 2.000 personas han sido secuestradas, y otros muchos cientos asesinadas por criminales de diverso origen, incluido el ejército o la guardia personal de Aristide. La misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah) no ha conseguido de todo restablecer el orden, aunque ha puesto la carne en el asador para la seguridad y calidad técnica de estas elecciones. Los resultados de estos comicios se conocerán en tres días. Según Maruxa, lo peor ya paso. «Dista vai», exclama con una sonrisa.

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