Osetia del Sur se pronuncia por segunda vez por su independencia

En el marco de la ola de clamor separatista que ha vuelto a recrudecerse dentro del espacio ex soviético, los habitantes del Osetia del Sur, república perteneciente a Georgia pero autoproclamada independiente en 1990, acudieron este domingo a las urnas para ratificar en un referéndum su afán secesionista y reelegir a su presidente, Eduard Kokoiti, un pro ruso amante de las artes marciales. No ha habido sorpresas. El índice de participación superó el 90% y Kokoiti ha empezado ya a celebrar la victoria. El líder surosetio se ha dotado además de un argumento de peso para decir a Georgia que no cuente con ellos. Según los primeros resultados, el sí a favor de la independencia de Osetia del Sur habría rozado el 100%. «Esperamos que la comunidad mundial nos reconozca», declaró Kokoiti. Pero el pequeño enclave montañoso no recibirá el espaldarazo internacional que pretende, ni siquiera de parte de Rusia, país al que los surosetios desean incorporarse. Refiriéndose a Osetia del Norte, uno de los entes territoriales de la Federación Rusa, Kokoiti dijo durante la campaña electoral que «los osetios no podemos seguir viviendo separados». Por su parte, los refugiados georgianos expulsados de Osetia del Sur organizaron este domingo unas elecciones presidenciales alternativas. Lo que está sucediendo no agrada en absoluto a las autoridades georgianas, cuyo Gobierno ha asegurado que la votación celebrada en Osetia del Sur «carece de legitimidad». Tiflis tiene el apoyo de Occidente y los surosetios de Moscú. El Kremlin da ánimos también a los separatistas de Abjasia (Georgia), Transdniéster (Moldavia) y Nagorno Karabaj (Azerbaiyán). En Rusia hay fuerzas que se han pronunciado incluso por propiciar la secesión de Crimea del territorio ucraniano. La proclamación de independencia de Osetia del Sur hizo estallar una guerra con las tropas georgianas que duró hasta 1992, en la que se produjeron miles de muertos y decenas de miles de refugiados.