La «nueva vía» del socialismo
Cuando Zapatero llegó a la Secretaría General del PSOE los barones del partido todavían estaban allí. En el 34 congreso federal del partido Joaquín Almunia sucedió a Felipe González como líder del partido. Un cambio anunciado en el partido en el congreso de «la respuesta progresista», que supuso todo lo contrario en las siguientes sucesiones, un retroceso histórico.
«El impulso necesario» para que la maquinaria del PSOE volviera funcionar lo aportó Rodríguez Zapatero después de su victoria en el congreso celebrado bajo aquel lema.
La «nueva vía» para el socialismo se materializó externamente durante los primeros años del liderazgo de Zapatero en la «oposición tranquila», la política de de diálogo y pactos con el Gobierno de Aznar. Fruto del aquel periodo son el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo y el Pacto por la Justicia.
Internamente Zapatero perfiló una dirección en la que destacarón los colaboradores como el actual ministro de Fomento, José Blanco, o las vicepresidentas Elena Salgado y María Teresa Fernández de la Vega.
La esnificación de ese cambio, del rejuvenecimiento del partido y de su dirección se produjo durante el anuncio de su candidatura a la Presidencia del Gobierno para la elecciones del 2004. En un acto celebrado en la madrileña plaza de toros de Vistalegre, José Blanco, le presentó como candidato y Zapatero despidió a González con un lacónico «gracias, Felipe».
Después el progreso en los derechos sociales y la creación del un modelo de Estado más «plural» han sido los ejes sobre los que ha girado la «nueva vía» en los ocho años de Gobierno.