El tráfico en León se reduce a la mitad en cinco años de crisis

A pie o en bicicleta se atraviesa mejor la crisis. El razonamiento que sintetiza la bajada de la circulación de vehículos dentro de la ciudad desde el año 2008. Un descenso que hace que, según los datos de observación de los técnicos de Tráfico del Ayuntamiento de la capital leonesa, el número de coches en tránsito interior hayan bajado de más de 400.000 que se registraban hace cinco años a los apenas 200.000 que se contabilizan hoy en día. La tendencia que los responsables achacan al aumento del precio del combustible, que ha hecho que los conductores opten por dejar el coche en casa para los desplazamientos cortos, a la evolución del uso de las bicicletas como medio de transporte alternativo y a la puesta en funcionamiento de infraestructuras que han propiciado que el tráfico no tenga que atravesar el núcleo urbano, como la segunda fase de la ronda Sur.

Las nuevas costumbres impulsadas por la crisis han hecho variar la tarta del reparto de la movilidad en la capital leonesa. Un esquema en el que de mantienen como predominante el desplazamiento en coche, con un 45% del total —con el transporte público a la baja, con 4,8 viajeros en el último año, un 5% menos que el ejercicio anterior—, pero en el que los desplazamientos a pie ya alcanzan el 35%. Una aumento de los ciudadanos que deciden andar para llegar a sus destinos que ha ganado terreno a costa de los coches, como también lo han hecho las motos, que ya representan el 15% de los movimientos y las bicicletas un 5%, cuando en el año 2007 apenas eran un medio de transporte testimonial, como reseñan desde los servicios técnicos de Tráfico del consistorio.

La modificación viene motivada por el abandono del coche para los desplazamientos cortos. León ha visto cómo cada vez más ciudadanos deciden realizar sus itinerarios a pie. La modificación de unas costumbres que, según el estudio realizado por el Ente Regional de la Energía (Eren) hace dos años, hacía que el 42% de los leoneses optara por el coche como modo de ir al trabajo, aunque un 16% admitiera que tardaba menos de 10 minutos y un 53% estuviera entre 10 y 20 minutos. Porcentajes en descenso, como sucede con el parque de vehículos, que en la actualidad apenas llega a los 67.880, según el padrón del impuesto de circulación, y que hace diez años contaba con un 16% de hogares en los que se contaba con al menos dos coches. El empuje de una crisis que ha llevado a los vecinos de la capital leonesa a cumplir con la lógica que conduce a decidirse a andar para ir desde Nocedo hasta la plaza de toros o desde el Crucero a Eras de Renueva para espaciar los repostajes en las gasolineras, a pesar de que la reducción del tráfico en la ciudad haga que las circulaciones sean más fluidas y se emplee ahora menos combustible para el mismo trayecto que hace cinco años.

Pese a este condicionante económico, los técnicos de Tráfico del Ayuntamiento insisten en reseñar como sustancial el efecto de las nuevas infraestructuras, sobre todo en el sur de la ciudad. Vías como la segunda fase de la ronda Sur, que han eliminado la necesidad de paso por las avenidas de Portugal y Fernández Ladreda como tránsito interurbano, así como la reciente puesta en funcionamiento del Acceso Sur, que ha evitado las salidas por Armunia.

Estas nuevas obras, a las que se unen la prolongación de Ordoño o la supresión del cruce de Michaisa, han posibilitado además una fluidez que deja pequeños atascos más allá de los horarios de entrada y salida del trabajo y los colegios los días laborales. Retenciones que apenas duran más de 10 minutos, como apuntan los técnicos de Tráfico con la observación de las imágenes de las cámaras de vigilancia como testigo. Puntos señalados que, en fines de semana se desplazan al entorno de los centros comerciales. Fotos fijas que no van más allá de la anécdota de esperar dos ciclos en rojo en los semáforos.