El PP se abstiene en el Pleno de la obra de Pedro Llamas y lo vacía de contenido

El Pleno del Ayuntamiento de León reprobó hoy, en una sesión de carácter extraordinario, al concejal de Comercio, Consumo y Fiestas, Pedro Llamas, por iniciar sin licencia las obras de un restaurante de comida rápida por parte de una sociedad de su propiedad en la capital leonesa. Mientras que los grupos políticos de la oposición pidieron la dimisión de Llamas o que el alcalde le retirara todas sus competencias, el equipo de gobierno insistió en que la confianza en el edil está “intacta” porque tan solo ha cometido una infracción urbanística “leve”.

Fueron los grupos de la oposición –PSOE, UPL, León en Común y León Despierta- quienes reclamaron la convocatoria de este pleno de carácter extraordinario para reprobar al concejal por su actuación y pedir al alcalde, Antonio Silván, la destitución de Pedro Llamas “de todas las responsabilidades que ostenta por su cargo”. Sin embargo, todos ellos recordaron que el regidor no estaría vinculado por esa decisión, al tratarse de un asunto “de su exclusiva competencia”, además de que reconocieron la carencia de efectos jurídicos del resultado final de este pleno.

Con estas bases, el portavoz del Grupo Municipal Socialista, José Antonio Diez, insistió en que será el alcalde de León quien sea el responsable último de los hechos como consecuencia de su “inacción” tras la denuncia presentada por los hechos, lo que ha llevado a la celebración de esta sesión plenaria que pretendía, según Diez, pedir explicaciones ante unos hechos “de enorme gravedad” por los que se quiere pedir “responsabilidades políticas” así como exigir una actuación “transparente y de buenas prácticas”.

Diez recordó a los integrantes del PP su código de buenas prácticas, según el cual, entre otros aspectos, se abstendrán de ejercer una actividad privada que suponga “un conflicto”, por lo que pidió que “si no quieren hacer caso a los ciudadanos, se lo hagan a su propio partido”. En una segunda intervención, Diez lamentó que el PP se encuentre “más cerca de la corrupción que de la transparencia” e insistió en que la intención del cese o la dimisión pasa por cuestiones de “ética, honradez y legitimidad”.

Por parte de León Despierta, Óscar Fuentes recordó que Pedro Llamas “ha faltado a la verdad”, mientras que por León en Común, tanto Victoria  Rodríguez como Santiago Ordóñez lamentaron que el alcalde “pierda una ocasión de oro” para tomar decisiones después de que el concejal haya cometido “esta metedura de pata”, por lo que reclamaron “que se ponga en práctica la transparencia y regeneración  de la que se habla”. Desde UPL, su portavoz Eduardo López Sendino puntualizó que no se está en contra de la generación de negocio “pero eso no implica saltarse las normas y ordenanzas”, algo que ha generado una “clara responsabilidad política” que pidió a Silván que asumiera.

Ciudadanos, que junto con el PP se abstuvo en la votación final, anunció la intención de su voto después del debate interno para adoptar esta postura e incluso propuso la posibilidad de elaborar un código ético para los concejales. Aunque apoyaron la celebración de esta sesión plenaria, recordaron que la decisión de destitución corresponde exclusivamente al alcalde, por lo que aludieron a los muchos asuntos en los que se está trabajando y rechazaron que Ciudadanos “sea una moneda de cambio”. De ahí la abstención para que el equipo de gobierno “sea quien decida al respecto”.

Por parte del equipo de Gobierno, José María López Benito reconoció que Pedro Llamas cometió un error pero consideró “un exceso” querer convertir “una precipitación en un gran escándalo” con el fin de conseguir “el linchamiento público” de una persona para tener “réditos políticos”. El equipo de gobierno, no solo legitimó el trabajo que Pedro Llamas está haciendo “muy bien” sino aseguró mantener “intacto” su apoyo al concejal ‘popular’, a quien López Benito aclaró que “como a cualquier otro ciudadano” se le impondrá una sanción “proporcional” al hecho, que en este caso, y según contempla la ley, es una infracción urbanística “leve”, dijo.

“No vale para nada el pleno, no tiene ninguna competencia”, por lo que tachó de “falta de respeto” la petición de la convocatoria de una sesión de estas características “por primera vez en este ayuntamiento” pese a tratarse de una infracción “leve”, lo que a juicio del equipo de gobierno demuestra que la oposición quería “desgaste político” ante la proximidad de la cita electoral del 20 de diciembre.