Diario de León

INVESTIGACIÓN DE UNA MUERTE

Una maraña de recursos prolonga la resolución del crimen de Navatejera

La familia de la víctima y la defensa del sospechoso ponen el foco en la prueba del pelo

Los padres de Rocío Fernández Ameijeiras reclaman que avance la resolución. MARCIANO PÉREZ

Los padres de Rocío Fernández Ameijeiras reclaman que avance la resolución. MARCIANO PÉREZ

León

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La representación letrada de la víctima del crimen de Navatejera y la defensa del principal sospechoso han presentado una serie de recursos y contrarrecursos que prolongarán previsiblemente en el tiempo la resolución judicial de la causa, en tanto en cuanto dentro de tres semanas se cumplirá un año de la toma de muestras capilares al investigado, sin que hayan trascendido los resultados de los análisis.

El joven accedió finalmente a someterse al cotejo de muestras de su cabello para comprobar si coinciden con la veintena de pelos que se hallaron en las ropas de la fallecida en una segunda autopsia practicada por un forense contratado por la familia, a pesar de que desde el Instituto de Medicina Legal de León se insiste en que la primera autopsia fue extremadamente rigurosa y no se dejó ningún vestigio sin analizar.

Rocío Fernández Ameijeiras, una joven leonesa de 22 años de edad en el momento de su desaparición, fue asesinada en mayo del año 2006. Desapareció de su casa, supuestamente en compañía del investigado aunque el varón niega este extremo. Su cadáver fue hallado en avanzado estado de descomposición a principios de junio, después de que sus padres hubiesen recibido numerosos mensajes SMS emitidos desde su teléfono, en los que informaba de su decisión de irse a buscar trabajo en Madrid. La Guardia Civil sospecha que esos mensajes los envió la persona que acabó con su vida una vez que había cometido el crimen. El teléfono nunca apareció.

Dos individuos fueron detenidos por su posible relación con los hechos. El primero fue interrogado en los juzgados de León, pero se le puso en libertad con cargos, por entender que no había motivos para su envío a prisión. El segundo, según la familia, no tiene ninguna relación con los hechos, pero se mantiene su vinculación a la causa.

IDAS Y VENIDAS

Tras muchos años de idas y venidas en la investigación, el Juzgado de Instrucción número 3 de los de León decretó el archivo de la causa por falta de autor conocido. Un recurso a la Audiencia Provincial de León posibilitó que se reabriera la investigación en diciembre de 2017 y que se determinara la práctica de una prueba para cotejar los cabellos del investigado con los que aparecieron en una segunda autopsia realizada por el doctor Frontela bajo el encargo de la familia Fernández Ameijeiras.

La Audiencia exigía «con suma urgencia» la práctica del análisis morfológico y cotejo de los pelos «para compararlos con los cabellos pertenecientes al investigado sin perjuicio de que posteriormente se acuerde asimismo el análisis de ADN de los mismos para la lograr la identificación del presunto autor de los hechos».

PROCEDIMIENTO

Para ello «se procederá a la toma de cabellos del citado investigado, en la forma que ya ha determinado el perito en el Instituto de Medicina Legal de León, por los técnicos del mismo, y a presencia del Letrado de la Administración de Justicia y del letrado que asiste al investigado, y para el caso de que éste último no consienta voluntariamente dicha toma, se procederá a hacerlo de forma obligada utilizando para ello si preciso fuera la fuerza mínima imprescindible», explica el auto.

Once meses después de que se extrajera la muestra, no hay resultados de los análisis practicados. Y los recursos en cada decisión de las partes, se cruzan sin que el caso avance. En junio se cumplirán catorce años de la aparición del cadáver y sigue sin haber respuestas.

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