Adif prevé restablecer el servicio en la línea de Pajares el viernes

Al final del túnel de Robledo se avista ya luz. La boca del paso ferroviario que horada la montaña asturleonesa, a las faldas de la rampa de Pajares, se reabrirá el vienes.

Con esta previsión, que se espera confirmar el jueves a primera hora de la mañana, trabaja el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), después de que en la madrugada del lunes 29 de noviembre un corrimiento de tierra y piedras dejara empotrado en el interior un tren bobinero que hacía la ruta entre los dos lados de la raya.

Sin obstáculo ya, tras una decena de jornadas a destajo para quitar la locomotora y los vagones que quedaron convertidos en un amasijo de hierros por el impacto, la operadora encontrará vía libre para el restablecimiento de un tráfico que ha mantenido suspendidos o trasbordados por carretera en autobús, más de una veintena de circulaciones por jornada .

Estado en el que quedó la cabina de la locomotora. MARCIANO PÉREZ

La parrilla volverá a dar espacio a las circulaciones que se han visto desplazadas desde el 29 de noviembre. El listado apunta a los largo recorrido de los Alvia, que completan dos enlaces entre Gijón, León y Madrid y un Gijón-Castellón, además de cinco referencias de cercanías con Puente los Fierros, y una de cobertura regional, del

tren que cubre el recorrido entre Valladolid y Gijón. La incidencia en las mercancías supera a los viajeros.

La afección logística ha dejado sin circulación los tránsitos de los convoyes que toman como referencia Trasona y que tienen a León, Madrid, Valladolid y Sagunto como nodos, así como los que cruzan desde el puerto de Gijón hasta Arévalo y de Poago a la estación vallisoletana, territorio leonés mediante. 

El afán de los trabajadores, que han tenido que aplicarse a golpe de soplete, cizalla y otras herramientas para desguazar el convoy, despeja de obstáculos la línea ferroviaria que comunica León con Asturias. Durante la jornada de hoy se espera que desaparezca la locomotora, que quedó aplastada contra la pared. Sin este elemento, los responsables testarán ahora que el asiento de la vía cumple con las medidas de seguridad necesarias, que el arrastre de materiales se ha estabilizado y que el pretil cumple con los requerimientos, antes de reponer el balasto, las traviesas y el carril. La actuación completa se prevé que estará resuelta el jueves, que se ha marcado como referencia para confirmar la decisión de reapertura del viernes.

Las medidas servirán para que se garantice el paso de los trenes por el túnel 73, donde la locomotora 251, una de las míticas Japonesas que han hecho historia en el trayecto, se encontró con el tapón mientras tiraba de los once vagones en los que se acarreaban más de 600 toneladas de bobinas desde la terminal de Trasona hasta el destino de Madrid Santa Catalina. No hubo que lamentar víctimas. El maquinista se salvó de milagro, pero tuvo que ser arrancado de entre los hierros después de dos horas y media de labores de rescate, desde poco antes de las seis de la madrugada hasta pasadas las ocho y media de la mañana. 

El túnel se libera, pero la vía continúa cogida por pinzas, como han criticado los trabajadores desde hace meses. El abandono del mantenimiento, que ha derivado en sucesivas incidencias de circulación, cortes y accidentes, se intentó atenuar en agosto, después de que un tren laboratorio confirmara el mal estado de conservación. El informe determinó que se debían aplicar medidas correctivas, con limitaciones temporales de velocidad que han alargado los tiempos de los trayectos. Pero no se han atajado de manera estructural las deficiencias, pese a la importancia de la arteria para el tránsito de viajeros y para la incidencia logística para León y Asturias. Se reabrirá la línea, aunque los profesionales auguran que habrá más problemas.