Diario de León

Tras el apagón, en este mes recuperará toda la capacidad del supercomputador multiplicada por 10

Caléndula ultima la migración de sus 200 científicos tras activar al 100% su potencia

Los investigadores ya han comenzado a trabajar, aunque en febrero se completará el proceso

​Editorial: Caléndula pone a León en la vanguardia

Scayle está ubicado ahora en el edificio Crai-TIC de la Universidad de León. FErnando otero

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Las fuertes inversiones han convertido a Caléndula en el segundo centro de supercomputación a nivel nacional. Un proceso que arrancó a mediados de este año con un apagón para multiplicar por diez su capacidad de cálculo y su capacidad de almacenamiento. En verano volvió a encenderse y desde entonces, el centro ha llevado a cabo un complejo proceso que comenzó con una serie de pruebas para reactivar a Caléndula, el gran supercomputador corazón de Scayle, e iniciar la migración de los usuarios, es decir, los 200 científicos que recurren al centro ubicado en el edificio Crai-TIC de la Universidad de León para ampliar las posibilidades de sus investigaciones. Está previsto que antes de que acabe el año la máquina esté ya a pleno rendimiento y explotando todo el nuevo potencial adquirido tras una inversión superior a los 20 millones de euros y que en el mes de febrero los dos centenares de investigadores puedan reanudar sus operaciones.

«Durante este proceso nos hemos enfrentado a retos, porque algunos de los programas que emplean los investigadores son muy antiguos, pero no quieren renunciar a ellos para la estabilidad de sus proyectos y esto ha llevado mucho tiempo», explica el coordinador del área de Supercomputación, Jesús Lorenzana, a lo que añade la diversidad de las investigaciones, que pueden ir desde el cambio climático a simulaciones sismológicas, «cada uno con su particularidad, recientemente un usuario nos ha pedido incorporar 25 programas diferentes». Todo ello, tras sumar un hardware muy potente y 140 tarjetas GPU para trabajos vinculados con la inteligencia artificial. «Hemos pasado de hacer operaciones en horas a tan sólo unos minutos», resume el coordinador del Scayle, todo ello se traduce en más cálculos, más programas y más datos.

A la complejidad del proceso de montaje se suma el hecho de que cualquier imprevisto ha dificultado y retrasado aún más ante la falta de stock de piezas en España. Ahora, con toda la reactivación en marcha, Scayle puede realizar en diez días operaciones que antes se hacía en diez años al tener una capacidad similar a la de 10.000 ordenadores comunes trabajando a la vez.

Entre las mejoras que se han incorporado para multiplicar la capacidad de cálculo de Scayle están 235 servidores y potentes servidores que permiten alcanzar los 8.000 teraflops, así Caléndula se ha convertido en un centro referente que además ofrece sus posibilidades como servicio público, no sólo para los investigadores de la comunidad, también para las empresas del sector privado, además de la propia administración pública y es una de las tres infraestructuras científicas de referencia en la comunidad autónoma y que ha dado un paso de gigante a nivel nacional.

Esta misma semana la Junta, que forma parte junto con la Universidad de León del patronato del Centro de Supercomputación de Castilla y León, anunció otro millón de euros para Scayle, que completará los 4,8 millones del ministerio como parte del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Microelectrónica y Semiconductores, conocido como el Perte Chip, ya que Scayle forma parte del proyecto nacional de infraestructuras cuánticas.

Con las inversiones que han permitido la incorporación de 235 servidores o tarjetas de IA las operaciones han pasado de horas a minutos

BioScayle

El último gran salto del Centro de Supercomputación de Castilla y León ha sido BioScayle, una oportunidad para reforzar el sector biofarmacéutico y biosanitario leonés, pero más allá, para seguir avanzando en las investigaciones más punteras vinculadas a la secuenciación genética o dar el salto a la bioinformática. «Ya se trabaja con empresas y ha despertado mucho interés, porque son escasísimas estas posibilidades a nivel nacional, sobre todo con tarifa pública», precisa el coordinador del Área de Computación, Jesús Lorenzana, quien añade que hay «mucha demanda» porque ofrece posibilidades diferenciadas a las investigaciones científicas de esta rama.

Ensayo para saltar a la nueva sede

Todo el proceso que ha realizado este año el Centro de Supercomputación de Castilla y León se ha convertido, de alguna manera, en un ensayo, ya que cuando esté concluida la nueva sede de Scayle, en la calle Gaspar Morocho, deberá volver a repetirse. En la nueva sede, ya diseñada para que Caléndula pueda seguir creciendo, se contará con 1.500 metros cuadrados destinados a estos procesos complejos de cálculo, que cada vez requieren más apoyo en relación con el consumo y a la demanda energética que exigen los grandes centros de datos. La refrigeración, por ejemplo, es uno de los aspectos clave y, además, el nuevo centro ya está diseñado para garantizar un complejo lo más sostenible posible, como la posibilidad de reutilizar el calor o alimentarse de energías limpias. De hecho, una de las inversiones en la ubicación actual hace referencia a sistemas para reducir el calor que generan los procesos de cálculo. En este sentido, el coordinador del Área de Supercomputación, Jesús Lorenzana, señala que el resultado final de todo el proceso de actualización y ampliación de Caléndula ha sido un éxito y «la máquina es estable y potente». De esta forma, el futuro traslado ya cuenta con una base previa.

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