El Gobierno responde a la movilización de León con 253 millones en Valladolid
La inversión en la estación de la capital castellana contrasta con el retraso de los proyectos leoneses
Editorial | Agravio ferroviario en apenas 24 horas

El ministro de Transportes, encargado de presentar ayer el desembolso en la estación castellana.
Los 253 millones que el Gobierno destina a la reforma de la estación de Valladolid generan estupor en León, justo en la resaca de la movilización que reclamó en las calles de la capital leonesa más inversión y apoyo al desarrollo social y económico de la provincia. Más soluciones, la mitad del lema de la protesta, choca con la situación de espera del sector ferroviario; los 253 millones que relanzarán la estación de la capital castellana contrastan con los quince años de provisionalidad de la estación de León, el retorno perdido de los trenes de Feve a Padre Isla, la integración indefinida del ferrocarril en torno a la calle Astorga y Gómez Salazar, el soterramiento olvidado de Trobajo, el traslado de los talleres ferroviarios a Torneros y el desarrollo de esa plataforma logística, también enclave intermodal. O el paso del Manzanal. Para atizar la herida que señalaron algunos grupos políticos leoneses cuando el Ministerio de Transportes comunicó sus intenciones con la estación de Valladolid, la puesta en escena del nuevo proyecto solapa el clamor y el grito de auxilio que expresaron los convocantes de la movilización sindical del 16-F. En caliente, el Consejo de Ministros aprobará este mismo martes esa multimillonaria dotación que acabaría con los números rojos de las cuentas pendientes de las infraestructuras en la provincia leonesa.
Ajenos a esta lista, varios representantes del Gobierno, encabezados por el ministro de Valladolid, subieron el telón del nuevo escaparte del tren al norte de Madrid: La nueva terminal se plantea como un edificio «peine o puente», en el que prima la funcionalidad ferroviaria, el espacio para los viajeros, la accesibilidad y la sostenibilidad. En su estructura se utilizarán 2.200 toneladas de acero, equivalente al peso del London Eye, y estará envuelta por una «piel textil» de PVC, que el exalcalde aventura que la convertirá en un «icono» para la arquitectura ferroviaria y para Valladolid.
La terminal contará con 7.900 metros cuadrados útiles repartidos en dos plantas y dos entreplantas y una plataforma de acceso de 180 metros de longitud, que discurrirá paralela al edificio y que servirá también para conectar Las Delicias con el centro de la ciudad tanto para peatones como para bicicletas. Otro concepto destacado por Puente es que este nuevo edificio no tendrá una fachada como tal, ya que se concibe como «360 grados», para que sea «singular» desde cualquiera de los cuatro lados, con esa «piel» de malla de PVC que además contará con un color «dorado» que evocará a «los trigales de Castilla». Además de las instalaciones habituales, se incluirá una zona de hostelería, con espacio para terrazas. El edificio tendrá una planta rectangular de 126 metros de longitud y 40 de ancho, con una altura máxima de 20,5 metros sobre el nivel de acceso, e integrará las tecnologías «más avanzadas» para asegurar la accesibilidad, la conectividad, el confort y los servicios al pasajero.
La nueva estructura conectará mediante escaleras mecánicas y ascensores «panorámicos» con los andenes de la nueva playa de vías, que duplicará su superficie para atender al doble de la demanda actual. Así, la futura estación Campo Grande contará con cinco vías y dos andenes de ancho convencional y siete vías y cuatro andenes de alta velocidad (ancho internacional o estándar). Para mantener la centralidad de la estación en Valladolid resulta fundamental, como ha recordado el ministro, sacar el tráfico de mercancías al exterior, por lo que la estación sólo prestará servicios para viajeros (Alta Velocidad, Media Distancia y OSP) y se podrá eliminar la infraestructura de mercancías, que se desviarán por la variante del Este, que se prevé que entre en servicio en 2026. La modernización de la estación posicionará a Valladolid, ha insistido Puente, como «un eje clave del sistema ferroviario nacional», listo para afrontar los desafíos del transporte en el siglo XXI y se equiparará en capacidad a estaciones como Zaragoza Delicias o Córdoba. Todo ello impulsado por la ejecución de infraestructuras clave como la línea de alta velocidad Burgos-Vitoria, la denominada ‘U’ de Olmedo y la estación pasante de Atocha, que implicarán que todos los trenes entre Madrid y el País Vasco, entre Galicia y el norte de España pasen por Valladolid y que, también, haya conexiones directas de la ciudad con el sur de España y el Levante. Puente ha subrayado que esta nueva estación Concha Velasco conectará «más y mejor» con la ciudad, ya que el espacio urbano ubicado ante los edificios ferroviarios pasará de 5.425 a 9.300 metros cuadrados, de los cuales el 80% será para zonas verdes y paseo, estanciales y para niños. Se plantará vegetación de especies autóctonas y con bajos requerimientos hídricos. Frente a ese derroche descrito por los representantes socialistas, entre los que se encontraba el Delegado del Gobierno en la autonomía, Nicanor Sen, o la ministra Ana Redondo, León espera gestos similares con las calles de la ciudad aún humeantes por el paso cansino de la exclamación de auxilio. Los defectos en la estación provisional que da cobertura al enlace pasante, en la salida hacia Asturias o la bifurcación Galicia, se suceden entre el escenario de indolencia que desatiende la mejora de la estructura. Las últimas semanas ofrecieron episodios de declive, con las vías inundadas de agua en los andenes subterráneos, a los que hay que llegar por un acceso que no ha hecho más que recibir críticas desde su apertura, de forma infructuosa; en esa sucesión de silencio, la estación provisional de León va camino de perpetua. Los convocantes de la movilización del domingo pudieron asistir al día después absortos a la última reacción que podían esperar del Gobierno de España después de las muestras de enfado por el olvido a las soluciones para la provincia leonesa; no hubo espacio para comentar cuándo esperan una llamada del ejecutivo; o una señal de mano tendida. La inversión en Valladolid anula el silencio administrativo. «Dios me libre de hacer valoraciones» ironizó el alcalde de León en declaraciones que recoge Europa Press.