Diario de León

| Reportaje | Homenaje a una centenaria |

Maximina Arias, una vida a caballo entre dos siglos

La omañesa natural de la localidad de Barrio de la Puente celebró sus cien años rodeada de medio centenar de familiares en las instalaciones del Parador de San Marcos

Maximina Arias en el Hostal de San Marcos, momento antes del almuerzo familiar

Maximina Arias en el Hostal de San Marcos, momento antes del almuerzo familiar

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Pedro Fernández - león
León

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Medio centenar de familiares participaron ayer en el homenaje a la centenaria Maximina Arias Fernández que se desarrolló en el Hostal de San Marcos. Esta anciana nació en 1904 en la localidad de Barrio de la Puente en la comarca de Omaña. Su vida no ha sido nada fácil, a los dos años se quedó huérfana de madre, un vacío que a día de hoy no ha podido superar. La infancia por esa ausencia materna fue muy dura para ella, a lo que habría que sumar las penurias de aquella época que afectaron a buena parte de la sociedad española, especialmente en el ámbito rural. Siendo aún una adolescente se casó y tuvo tres hijos, un varón y dos mujeres. Hasta que se jubiló, trabajó con su marido en la labranza y la ganadería en la citada localidad. Hace unos años y tras enviudar vivió ella sola en este pueblo de las Omañas. En la actualidad reside por temporadas con sus hijos que la atienden y la cuidan. En este sentido la anciana se mostró muy «orgullosa y agradecida por la atención que le prestan sus hijos y nietos». Aunque su estado de salud es envidiable para la edad que tiene, anda con la ayuda de un bastón, pero conserva plenamente sus facultades mentales, algo que sorprende con los años que lleva a sus espaldas. Esta omañesa que ha vivido a caballo de dos siglos y ha sido testigo de muchos acontecimientos, destacó como un logro social importante para las personas mayores, el establecimiento de los subsidios y las pensiones destinadas a la tercera edad. Una jornada que sin duda no olvidará ya que Maximina manifestó que «este día es el momento más feliz de mi vida porque tengo aqui a mis hijos, a mis nietos y a mis familiares más cercanos». En el trascurso de este almuerzo con sus seres queridos, ellos la agasajaron con una placa en la que le demostraban su máximo cariño y admiración. En algún instante de este cálido homenaje no pudo contener la emoción, pero ella es una mujer fuerte y mantuvo el tipo. Maximina tiene como metas seguir viviendo con sus hijos y pasar tan buenos ratos como este, que ha servido de reencuentro para sus familiares, una cita a la que no faltaron nietos, biznietos y sobrinos que reconocieron los buenos momentos que han pasado con ella. Durante los próximos días el Ayuntamiento de Murias de Paredes le rendirá otro homenaje, con una misa y un reconocimiento oficial a su vecina más longeva.

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