Las unidades de cuidados paliativos atienden a un millar de pacientes al año

Casi un millar de pacientes reciben cuidados paliativos en León cada año, una atención especial que llega a más de la mitad de los pacientes oncológicos terminales y que sitúan a la provincia de León en la mejor dotada en infraestructuras y personal de toda la comunidad. Unidades especiales en el Hospital de León, el Hospital del Bierzo y el centro privado San Juan de Dios contemplan una red que, aun así, necesita ampliación según los profesionales. La Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital San Juan de Dios asiste, prácticamente, a la mitad de los enfermos terminales que pasan por servicios de este tipo en León. El pasado año, según la doctora Elena Valorio, superaron los 320 ingresos, derivados desde el servicio de Oncología del centro y llegados desde sus propios domicilios. Casi la totalidad de estos pacientes supera los 65 años de edad, con una media que se podría situar rondando los ochenta. En cuanto al tipo de patologías, no existe una definida. «Atendemos pacientes con todo tipo de tumores, pero especialmente colon, mama, pulmón o próstata, los más comunes en la provincia», explica la doctora. La unidad dispone de veinte camas que pueden ser ampliadas en función de las necesidades del servicio; la estancia media se sitúa en 19 días. El Hospital Monte San Isidro es el centro de referencia provincial para cuidados paliativos, un servicio al que destina diez camas, un médico y seis enfermeros especializados. Atiende al año una media de doscientos enfermos que pasan, de media, dos semanas ingresados. La unidad dispone de diez camas que, reconoce el doctor Manuel Fernández, «no son suficientes». El jefe del servicio de Cuidados Paliativos precisa que sería necesaria una ampliación del número de camas y del personal, incremento que está en función de los estudios que se hagan en la ampliación del Hospital. A los más de doscientos pacientes que son hospitalizados se une, a la memoria del servicio, los tres o cuatro pacientes que cada día pasan por alguna de las consultas externas dependientes de esta unidad. La cifra de asistencia lleva al doctor Fernández a explicar: «No estamos mal, pero podríamos estar mejor». La unidad arrancó sus trabajos en 2001 con cuatro camas, que se ampliaron posteriormente hasta las diez existentes ahora, que ocupan toda una ala de la segunda planta del centro. Prácticamente solapada con la unidad del Monte San Isidro se encuentra la unidad dependiente de la Asociación Leonesa de Lucha contra el Cáncer, que dispone de distintas salas cedidas en el hospital San Antonio Abad. Este equipo, que también dirige el doctor Manuel Fernández, atendió el pasado año a más de 140 enfermos terminales de cáncer. La suya fue la primera unidad de cuidados paliativos de la provincia. Hospital del Bierzo Los datos de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos reflejan que el Hospital del Bierzo atiende anualmente una media de 350 pacientes dentro de su programa de hospitalización a domicilio, que efectúan un médico y un enfermero especializados en cuidados paliativos. El programa, como el de Soporte de Atención Domiciliaria, lo gestiona el Sacyl dentro de su cartera de servicios de Atención Primaria. Atención domiciliaria Los equipos de soporte de atención domiciliaria, aunque no están diseñados únicamente para los cuidados paliativos, centran gran parte de su trabajo en pacientes en fase terminal, muchos de ellos en áreas rurales a los que no llegan los cuidados hospitalarios. El equipo de León está formado por médico y personal de enfermería con formación específica. Atendió en el año 2003 a 258 pacientes, una cifra que va en importante incremento anual. Aproximadamente, entre un 80 y un 90% de los pacientes son enfermos oncológicos. Coordinación Buena parte del éxito o del fracaso de estos servicios de ayuda terminal depende de la coordinación, ya que sin ella serían insuficientes para cubrir la demanda creciente que experimentan. Los responsables de la unidad del Monte San Isidro mantienen reuniones mensuales de coordinación con los equipos de soporte de atención domiciliaria, gestionados por Atención Primaria. Unos encuentros que, según explica Manuel Fernández, son imprescindibles. En coordinación, una de las lacras que se ha puesto a estos servicios, «no estamos mal, pero podríamos estar mejor», puntualiza el facultativo.