El nuevo trazado de la carretera acaba con el paso por tres pueblos

Espantada la bicha en forma de autovía que se barajó para unir Villablino con la AP-66 por Babia y Luna, el trabajo se centra en pulir «los matices» que deja el proyecto propuesto. Un «reforzamiento» de la carretera actual -con una calzada y dos carriles: uno en cada dirección- desde Piedrafita de Babia hasta superar Pobladura de Luna, donde se creará un túnel de más de 2 kilómetros para comunicar con la autopista y evitar las curvas que rodean el pantano. El debate actual se posa sobre la redefinición de alguna de las partes de la carretera, sobre todo en las variantes que evitarán el paso del tráfico por algunos pueblos: Piedrafita de Babia, Cabrillanes, Huergas de Babia y Villafeliz de Babia. En Piedrafita no se da mayor polémica al paso de la vía por fuera del pueblo -en un terreno a medio camino de Quintanilla de Babia- ni tampoco hay mucho debate en el caso de Cabrillanes, que se libra del tráfico general; como Huergas de Babia, donde se opta por desviar el actual trazado al sur del río y volver al itinerario de origen una vez superado el pueblo, en las inmediaciones de Villasecino. Menos unanimidad existe en Villafeliz de Babia, donde la próxima semana se celebrará un concejo abierto para analizar el proyecto, en el que la variante cortaría el pueblo en dos: la mitad en la que está la carretera actual y la mitad en la parte alta, lo que «afectaría a las vegas, duplicaría el ruido e impediría futuros crecimientos», señala González-Antón, quien resuelve que lo mejor es «conservar la traza que hay». Los planos establecen que se mantendrá la variante de Villasecino, al igual que la de Sena de Luna, y propone «minimizar en parte» el paso inevitable por Truébano de Babia. Resta por debajo, una vez pasado Villafeliz, acometer la entrada en terreno de Luna por el pueblo de Rabanal. Aunque se valora la posibilidad de pasar la carretera al sur del río desde la altura de la ermita de Pruneda y volver al trazado con la creación de un puente, más allá del actual, los vecinos defienden que se mantenga la vía por donde va ahora. Más al sur, Pobladura no evitará el paso de la carretera que, en el valle de la bajada al pantano, se meterá por el túnel para desembocar en la autopista del Luna.