La obra del centro cívico Ventas Oeste se reanuda tras más de 2 años parada

En medio del polígono urbanístico de Ventas Oeste, con todas las calles echadas y las parcelas a la espera de alumbrar 707 viviendas, se agazapa como un fantasma el esqueleto del centro cívico del barrio. Una infraestructura que se anunció como la forma de saldar la deuda de infraestructuras sociales de un entorno que grapa Cantamilanos, La Inmaculada y Mariano Andrés. Un colectivo vecinal que se abrazó con la colocación de la primera piedra, en agosto del 2006, y se abonó al escepticismo cuando vio, en julio del 2007, cómo las máquinas se iban con los problemas económicos de la empresa adjudicataria: Acis 2002. Va para dos años y medio, en los que lo avanzado ha sido presa del vandalismo, hasta que el Ayuntamiento ha terminado de transitar por los vericuetos burocráticos y decidido adjudicar de nuevo el proyecto, que podría estar finalizado el próximo verano.

El plazo lo fía la empresa adjudicataria, Constructora San José S. A., que rebaja a la mitad los 9 meses previstos en los pliegos para finalizar la obra. La oferta dispone un coste de 1,4 millones con el IVA ya incluido, tan por debajo de los 1,8 millones del tipo de licitación que el consistorio le ha dado a la sociedad un periodo para que acredite la solvencia de su baja temeraria, producida al estar un 10% por debajo de la media de las otras 8 ofertas presentadas.

A pesar de que se pudiera desechar la oferta, que sería sustituida por la que firma Decolesa y que ha quedado en segundo lugar, el consistorio confía en que no haya una demora más. Los vecinos no saben todavía si creerlo. Les prometieron en el 2003 un centro cívico, con una sala de exposiciones, dos aulas polivalentes y una biblioteca, en cuyo sótano, a tres metros bajo tierra, se asentaba un polideportivo con gradas, vestuarios, gimnasio y almacén. Seis años después es lógico que sean escépticos cuando sólo ven un esqueleto.