Diario de León

TRIBUNALES

El acusado de quemar 4 casas en Astorga niega los hechos y dice que fue obligado a autoinculparse

Según sus declaraciones, los policías que le tomaron declaración le pidieron que reconociera la autoría de los incendios a cambio de «ayuda»

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León, (Efe).

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Rubén Iván Diguele Rodríguez, acusado de quemar cuatro casas en Astorga (León) cuando estaban ocupadas por sus inquilinos, ha cambiado hoy su versión de los hechos, ocurridos el 24 de junio de 2009, y ha asegurado que fue obligado a autoinculparse por la Policía.

En la primera sesión del juicio que se sigue contra él en la Audiencia de León por un presunto delito de incendio con riesgo para la vida de las personas, Diguele ha señalado que ha cambiado su versión de los hechos por "vergüenza" y ha reconocido que los policías que le tomaron declaración le pidieron que reconociera la autoría de los incendios a cambio de "ayuda".

Los hechos se remontan a abril de 2009, cuando la abuela del acusado -que vivía con él- falleció, y, por tanto, Diguele "sabía que tenía que dejar la vivienda" situada en la calle Santa Lucía número 5 de la ciudad maragata.

El acusado ha explicado que -dos meses después del fallecimiento de su abuela- se encontraba haciendo una hoguera en el patio del inmueble para separar el metal de una silla del plástico y llevarlo al chatarrero, algo que, según ha recalcado, había hecho anteriormente con su padre aunque varios testigos lo han negado.

En el patio, a aproximadamente 2,5 metros de donde estaba encendiendo la hoguera, se encontraba un depósito de gasoil que estalló, lo que provocó el incendio que afectó a todo el edificio, y requirió el servicio del Cuerpo de Bomberos de León.

El acusado ha reconocido que sabía de la existencia del depósito aunque también ha advertido de que "intentó sofocar el fuego" con varios cubos de agua, aunque "no se planteó el riesgo" de un posible incendio porque cuando salió del patio no vio "rescoldo" alguno en el mismo "porque no tiene luz".

Ha explicado ante el tribunal que tras declarase el incendio no llamó a la Policía aunque sí pidió "ayuda" a "gritos".

Diguele ha indicado que su tío -que pagaba el alquiler de la vivienda- le dijo que tenía que abandonar el piso aunque ningún propietario le forzó "a que se fuera", y ha admitido que bebió "cerveza durante todo el día" de los hechos aunque "no estaba borracho" sino "alegre" y "consciente" de lo que hacía.

Aunque el acusado lo niega, la fiscal del caso ha subrayado que que en el informe pericial se ha señalado la existencia de cuatro focos de fuego, realizados presuntamente sobre la una de la madrugada en el patio interior del inmueble, lo que desvelaría intencionalidad.

Además del acusado, esta mañana han comparecido otros dos testigos: José Antonio Hernández y Enrique García, vecinos y propietarios del inmueble, que han declarado que todos los vecinos de la calle tenían miedo a Rubén y que no les sorprendió que provocara, presuntamente, el incendio.

Hernández, residente en el edificio "desde hace 19 años" y vecino de planta del acusado, ha negado que hubiera visto a Rubén o a su padre realizar este tipo de trabajos en el patio y ha reconocido que desconocía a qué se dedicaba.

García, uno de los seis propietarios del edificio incendiado, ha destacado que el acusado "había tenido problemas con las familias" que ocupaban otras viviendas del inmueble, que quedó "absolutamente destruido", y que el fuego "no se veía desde la fachada" porque todos los focos "se daban hacia el patio".

El Ministerio Fiscal considera en sus calificaciones que, sobre la una de la madrugada, el acusado se dirigió al patio interior del inmueble con intención de quemarlo, a pesar de ser consciente de que se encontraban dentro los vecinos de otras tres viviendas colindantes a la que él debía abandonar.

Aunque ninguno de los inquilinos de las viviendas sufrió lesión alguna, el incendio, cuyas labores de extinción se prolongaron por más de tres horas, provocó graves daños en las dos plantas superiores.

La Fiscalía pide doce años de prisión para el joven acusado del incendio, que generó daños tasados por dos aseguradoras en más de 158.300 euros, mientras que la defensa sostiene que no existen argumentos suficientes para demostrar que fuese el autor material del incendio, por lo que solicita su libre absolución.

La celebración del juicio estaba prevista para el pasado 31 de marzo, aunque se aplazó hasta hoy después de que el acusado alegara "falta de confianza" en su abogado, ya que afirmó que se había enterado de la fecha de la vista a través de los medios de comunicación.

El juicio quedará mañana visto para sentencia tras la declaración de dos forenses, dos policías y un arquitecto.

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