Del Olmo pide lealtad a Iberdrola y ve insuficiente su «gesto» de 2020
La consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, pidió ayer a la compañía eléctrica Iberdrola que su relación con Castilla y León se base en la «lealtad mutua y recíproca», en referencia a la solicitud de autorización para el cierre de la central térmica palentina de Velilla del Río Carrión.
En declaraciones a los periodistas, antes de inaugurar el VI Foro de Vehículos Históricos en el municipio vallisoletano de Arroyo de la Encomienda, Del Olmo consideró que es «muy pronto» para analizar en qué situación en la que quedan las relaciones entre la Junta de Castilla y León y la compañía eléctrica.
«Creo que a veces hemos traspasado esa línea de lealtad, pero yo confío en que Iberdrola siga apostando por el empleo», contestó al ser preguntada por los centros productivos que mantiene abiertos en Castilla y León y sobre la incidencia que pueden tener discrepancias como la surgida con la central térmica de Velilla o el impuesto ambiental que ha anunciado la Junta de Castilla y León sobre el desmantelamiento de la central nuclear de Garoña.
Sobre la reunión del pasado jueves, se limitó a decir que Iberdrola tuvo un «gesto pequeño» de retrasar su intención de cerrar las centrales de Lada y Velilla en 2020, en lugar de en 2018 como había demandado inicialmente, pero Del Olmo lo consideró como un cambio de postura «totalmente insuficiente.
También se refirió ayer a la reunión el presidente del Principado, Javier Fernández, quien se mostró convencido de que el Gobierno central, como responsable de la política energética, tiene capacidad para evitar el cierre de las centrales. En declaraciones a los periodistas, Fernández admitió que una empresa tiene derecho a decir que va a cerrar una central de producción eléctrica, pero que el Ejecutivo central también está en condiciones de promover que esa instalación sea subastada para seguir funcionando «por el interés energético del país». Fernández reiteró ayer las negativas consecuencias que tendría el cierre de la central de Lada para Asturias.
Por ello, incidió en que su clausura determinaría un incremento del precio de la electricidad lo que en Asturias condicionaría la continuidad de industrias de gran consumo energético radicadas en el Principado como ArcelorMittal, Azsa o Alcoa.
El presidente asturiano recordó que España ni está conectada con el resto de Europa para recibir «energía barata» ni la Unión Europea prevé afrontar esta situación mientras que esas empresas se ven obligadas a competir en un mercado mundial pero a adquirir la electricidad al precio al que se vende en España.