Once kilómetros de tuberías gestionan los lixiviados del nuevo vaso del CTR
La infraestructura, con una inversión de 5,6 millones de euros, tendrá una vida útil de 15 años.
En el centro, Suárez-Quiñones, García, Calvo y Majo, caminan dejando atrás el vaso viejo, ya sellado; al lado la nueva superficie, que funciona desde junio. MARCIANO PÉREZ
a.g. valencia | san román
Quince años. Ese es el tiempo que la consejería de Fomento y Medio Ambiente, Gersul y la Diputación fijan de vida útil para el nuevo vaso de rechazos del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de San Román De la Vega, una infraestructura que comenzó a funcionar hace un mes tras una obra llevada a cabo de una manera «extremadamente rápida», como aseguró el consejero, Juan Carlos Suárez- Quiñones. La construcción del nuevo vaso arrancó después de que en 2015 se detectara que el que había en su momento estaba prácticamente colmado. Es así, que tanto el presidente de la institución provincial, Juan Martínez Majo, como el presidente del Consorcio Provincial de Residuos de León, Gersul, Ángel Calvo, recordaron que se ha dado solución a un problema que hace tres junios «era más que acuciante». Por eso se alegraron de que «en tan solo tres años, gracias a la Junta y a Gersul, se ha podido tener una solución real».
En cuanto a la polémica que siempre ha suscitado el vertido de lixiviados, Suárez-Quiñones garantizó que el vaso cuenta con once kilómetros de tuberías para una correcta gestión de los mismos y aseguró que «la provincia es ejemplar en el tratamiento de lo residuos». La colmatación del vaso anterior, a consecuencia del traslado de las balas que se almacenaban en la finca El Busto de Santa María del Páramo, abrió un proceso contencioso del que ayer los responsables de las administraciones aseguraron «no tener constancia». No obstante, Suárez-Quiñones aseguró que este primer vaso ya se encuentra prácticamente sellado y cerrado y avanzó que la gestión del nuevo correrá a cargo del Somacyl.
La construcción y gestión del nuevo vaso del CTR cuentan con una inversión total de 5,6 millones de euros, de los que la Junta de Castilla y León aportó el 30% a fondo perdido, mientras que el resto lo sufragó Gersul. La obra, como recordaron ayer los responsables antes de visitar la infraestructura, se ha realizado en tiempo récord por parte de la empresa adjudicataria, que ha construido un vaso con una capacidad de 2,2 millones de toneladas métricas, de las que se recibirán 150.000 anuales. Además, cuenta con 86.100 metros cuadrados de extensión, lo que supone «una superficie muy grande dividida en cuatro celdas para que pueda ir cerrándose y aprovechándose».
Escombreras y vertederos
En lo referente a la gestión de residuos en la provincia, el consejero avanzó que Junta y Diputación mantienen un plan para el sellado de 88 vertederos y un total de 313 escombreras ilegales. Además, avanzó, que el gobierno regional ha invertido 56,6 millones en dos plantas de clasificación en León y Ponferrada y los centros de trasferencia de las capitales y de La Bañeza, Cistierna, Valencia de Don Juan, La Robla y Mansilla de las Mulas.
Suárez-Quiñones también aseguró que «se acometerán las actuaciones necesarias para que la depuradora de Onzonilla — donde el aliviadero en Vilecha dejó de funcionar por las tormentas— tenga un funcionamiento óptimo».