Chencho

Juan Florencio Pérez García (Chencho), nació en esa ubérrima ribera del legendario e histórico río Órbigo; en Oteruelo de la Vega, paraje bucólico y encantador; desde niño, niño precoz, se enamoró de la Naturaleza. Le gustaba leer libros, periódicos o folletos a la sombra de los enhiestos chopos y escuchar el suave susurro del viento al tamizarse por las verdegueantes y tupidas hojas. Soñaba con escribir en los papeles, expresión muy común entre nuestras curtidas gentes campesinas al referirse a los periódicos. Y leía, mejor dicho, más que leer devoraba todo cuanto a sus manos llegaba. Pasó por varios colegios, entre los cuales estaban los Salesianos y el Colegio de La Bañeza del que era director y magnífico profesor mi buen amigo Robustiano Pollán. Pero el olor a tinta le fascinaba. La Naturaleza era su libro en el que se inspiraba para desarrollar sus creaciones literarias, y desde joven esgrimió la pluma colaborando, tanto en periódicos locales, como en publicaciones y revistas de varias asociaciones. El Adelanto Bañezano acoge sus trabajos y a través del mismo se vislumbra ya un gran periodista. Tiene ideas claras y translucidas de lo que debe ser un periódico local como era El Adelanto Bañezano. Don Santiago Carrizo, director de la publicación católica, le nombra subdirector de la misma; pero, por poco tiempo, ya que su nombre había transcendido allende el Bernesga y el Torío, y fue Proa, el periódico por entonces más importante de la provincia, el que lo había fichado como redactor de tan importante medio. En septiembre de 1973 le es concedido el Premio Nacional de Periodismo por una serie de artículos publicados en el Diario Proa. Y es en Agosto de 1975 cuando obtiene el primer premio del Concurso Literario Bañezano, trabajo publicado en el citado medio de León bajo el título La Bañeza, un contraste. No voy a citar todos los premios y distinciones que ha cosechado a lo largo de su vida periodística ya que rebasaría con mucho los limites de esta columna; pero sí reseñar tres que él tiene en gran aprecio: premio de Medicina Rural, de Veterinaria y de Minería. En el IX Congreso Internacional de Minería y Metalurgia (mayo 1994) se le encarga la Lección Magistral, y empieza recordando a Victoriano Crémer: «Hace ahora dos años, en este mismo salón, con motivo de su investidura como Doctor Honoris Causa, mi maestro, mi gran maestro Victoriano Crémer, empezó su discurso con estas palabras: «Me voy a permitir haceros una confidencia: nunca, en los ya muchos años de aventura en este mundo nuestro de cada día, me he sentido más confuso, más abrumado, ni más perdido en mis oscuros laberintos que en esta ocasión». Algo similar me sucede a mí», dijo el bañezano Chencho, y salió airoso y triunfante, empleando el símil taurino por la puerta grande. En el Congreso Científico sobre el Camino de Santiago organizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Chencho fue el encargado de pronunciar el discurso de Clausura. Ha intervenido en varios programas de Televisión Española, como en el programa La Noche, que durante trece días se emitió con gran éxito de audiencia. Proa, La Hora Leonesa, y Diario de León, así como otros periódicos y revistas de ámbito nacional han acogido en sus paginas interesantes trabajos de este periodista. Ahora, en Diario de León, desde su Balcón del Pueblo nos acerca tanto a la cotidiana vida municipal, como a los grandes problemas de esta turbulenta y complicada sociedad. En Chencho ha tenido La Bañeza a ese adalid que ha roto más de una lanza en favor del circuito, de los carnavales, del ferrocarril, de nuestra gastronomía y de tantas y tantas cosas que nos atañen. Ha sido pregonero de fiestas y carnavales y sigue pregonando que se siente orgulloso, pero que muy orgulloso de haber nacido en esta entrañable tierra bañezana.