Telefonía inmóvil

redacción

En Soto de Sajambre tienen una piedra muy especial, visitada a diario por todos los vecinos del pueblo a cualquier hora del día. Pero no es que los habitantes de esta localidad, ubicada en pleno corazón de la vertiente leonesa de Picos de Europa, se hayan vuelto locos de repente o sean especialmente fetichistas. Sus reiteradas visitas a la piedra, ubicada en el centro del pueblo, se deben a que desde el preciado trozo de roca se obtiene el único hilo de cobertura móvil con el que a duras penas pueden establecer una llamada telefónica desde sus celulares. En pleno siglo XXI, donde las comunicaciones se han convertido más que en una bien de primera necesidad, en un derecho al que tienen que tener acceso todos los ciudadanos, los vecinos de esta localidad tienen limitada su comunicación por móvil al escaso medio metro cuadrado de superficie que tiene esta piedra, que además figura como «punto de cobertura de telefonía móvil», según se apunta en el cartel que señala la piedra, en el que figuran además los tres únicos operadores a los que se puede acceder desde este punto. El cartel indica además unas breves instrucciones de uso de la piedra. En ellas se señala que para realizar la conexión telefónica hay que situarse encima de la piedra, dejar pasar unos segundos e iniciar la llamada. El cartel indica además que «es muy importante no moverse de la piedra en el transcurso de la llamada, puesto que ello puede conllevar la pérdida de la conexión».

Los vecinos de Soto de Sajambre, que llevan años esperando la prometida antena de telefonía móvil que les saque de la incomunicación a la que están condenados, denuncian el agravio al que están sometidos al no poder hacer uso de sus aparatos de telefonía desde sus casas o desde sus centros de trabajos, ya que en caso de accidente tienen que desplazarse hasta el teléfono fijo más cercano, o hasta la concurrida piedra, que por otra parte, se ha convertido en el centro de atracción de turistas y visitantes que observan atónitos como los habitantes de esta localidad se tienen que subir a una piedra para poder hacer una llamada telefónica. Los vecinos recuerdan además a las administraciones que, al encontrase en pleno parque nacional de Picos de Europa, su desarrollo más inmediato depende en parte del turismo, por lo que exigen que se dote al pueblo de los servicios mínimos de comunicación.