El trascoro preside el acto del Perdón
La ilusión de los indultados y los braceros se tornó en decepción .
Ana Cecilia, indultada, y cuatro braceros del centro penitenciario.
La lluvia transformó en decepción la ilusión mostrada por los dos indultados y los catorce braceros de la prisión de Mansilla de las Mulas preparados para salir en la procesión del Perdón.
El «Locus Appellationis» cedió el protagonismo del indulto al trascoro de la Catedral, escenario este año de uno de los momentos culminantes de la Semana Santa. Una de las indultadas, Ana Cecilia, de nacionalidad uruguaya, se mostró por la mañana «muy feliz» por poder recuperar la libertad en este acto de la Semana Santa leonesa, después de tres años y cinco meses de condena por un delito contra la salud pública. Y esperaba con impaciencia y nerviosismo, junto con los otros braceros de la prisión, poder participar en la procesión.
Pero desde el cielo vino un cambio de planes. La lluvia no cesó y los responsables de la Cofradía Santo Cristo del Perdón decidieron salir, a paso ligero, desde el Asilo de los Ancianos Desamparados, pero sin sus pasos.
Después del acto del Perdón, en la Catedral, vuelta al lugar de salida. En la carpa instalada cerca de El Corte Inglés, un homenaje a cada paso.
El obispo de León, Julián López, destacó como un «encuentro» de estas personas «con la sociedad», así como una «toma de conciencia por parte de la ciudad de León» sobre estos «vecinos» que, a pesar de encontrarse internos en Mansilla, utilizarán las instalaciones de Cáritas en régimen de condicional. López espera que en el caso de Ponferrada, donde por primera vez se indulta, «vaya calando» esta tradición al igual que en León.