La anorexia, señalde alarma en gatos
La pérdida de apetito puede ser un indicativo de muchas enfermedades clínicas, aunque también puede ser una respuesta al estrés
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Los gatos domésticos heredan de sus antepasados, cazadores solitarios de pequeños roedores, su forma de alimentarse en pequeñas porciones repetidas a lo largo del día e incluso por la noche. La mayoría son muy cuidadosos al comer y se ven influenciados en gran medida por el medio ambiente.
La anorexia es un estado en el que hay una ausencia voluntaria de ingestión de alimentos. Puede ser uno de esos «síntomas generales» que oculten detrás una serie de patologías mas o menos complejas, aunque a veces también surge tras un periodo de estrés.
La separación del propietario es un factor desencadenante de inapetencia, bien por una excesiva relación o dependencia social, o porque el propietario y el gato han compartido las horas de las comidas (facilitación social). La relación social de los gatos con las personas y animales que viven en casa ha sido subestimada con frecuencia como factor para la salud general y vivacidad de estos animales. También hay que tener en cuenta que los gatos educados para aceptar una mayor variedad de comidas tienen incrementadas sus posibilidades de recuperarse cuando enferman.
Los signos asociados a la anorexia son, fiebre, decimiento, vómitos o diarrea. Supone una gran preocupación para el propietario y un desafío para el veterinario que debe poner en marcha todos los medios a su alcance para la pronta recuperación del felino.
Motivos
Las causas que llevan al gato a dejar de comer son múltiples. En primer lugar debemos diferenciar entre anorexia verdadera o al seudoanorexia. Ésta, está producida por patologías que impiden al animal tomar , tragar o masticar el alimento, como puede ser por ejemplo una herida en la cavidad oral, alteraciones en la dentición o gingivitis. En estos casos el animal tiene apetito.
La anorexia verdadera es debida a infinidad de trastornos localizados por todo el organismo. Alteraciones neurológicas, dolor, enfermedades infecciosas que cursan con fiebre, muchas de ellas con manifestaciones a nivel de la cavidad oral, tóxicos, insuficiencia renal, cardíaca, anemia, tumores, etcétera. La senilidad (debilidad orgánica y mental inherente a la vejez) se caracteriza por la inapetencia. Factores como una menor capacidad olfativa y gustativa, que restan placer a la ingesta de alimentos, sumados a una reducida actividad física y a la disminución en las funciones del aparato digestivo, predisponen a la anorexia felina en esta etapa de la vida. Otro tipo es la anorexia psicológica, en la que simplemente el alimento deja de gustarle por sus características organolépticas, textura, sabor, etc. Aquí también estaría incluida la anorexia por estrés, como la ansiedad por separación, presencia de animales o personas nuevas en casa, mudanzas, ausencia temporal o muerte del dueño o de otra mascota con la que convivía.
Toda mascota que sufre de inapetencia requiere una evaluación médica para determinar su causa, aunque su trastorno probable sea comportamental. Es importante chequear adecuadamente todos los sistemas orgánicos así como descartar enfermedades víricas que puedan haber estado latentes. No podemos olvidar que una anorexia prolongada puede producir una patología hepática que así mismo aumente la anorexia, entrando en un circulo vicioso de difícil solución. Determinar la causa es fundamental a la hora de instaurar el tratamiento. Por ello, todo gato que no coma en un plazo de 24 o 48 horas debería ser evaluado por un veterinario.