Buscando a Wally

El británico Martin Handford creó en 1987 a Wally, un aventurero con una camiseta de rayas blancas y rojas, vaquero, gorro de lana y gafas a quien había que buscar entre una muchedumbre y multitud de detalles de una ciudad. Wally solía perder, y sus lectores y lectoras encontrar, la cámara de fotos, enseres del cámping y libros.

El Ayuntamiento de León propone ahora un nuevo juego cuyo soporte, en los tiempos que corren, no podía ser otro que Internet y la red social de moda, Twitter. El BusKbus me suena a Where's Wally? en una ciudad cuya realidad virtual toma la delantera a necesidades tan perentorias como la coordinación e integración del transporte público entre León y su Alfoz. Bienvenido sea el invento, que, dicho sea de paso, pagan las cajas fusionadas, aunque una empiece a sospechar que para ser ciudadana hay llevar adosado al dedo el IPhone.

Me pregunto si el fértil mundo de la innovación y las nuevas tecnologías de León podrá idear alguna herramienta informática para que la clase política se coordine entre sí en asuntos de andar por casa y nos ahorren tiempo y muchos euros a la clase contribuyente.

No se llamen a andanas, señores y señoras, con el lío de competencias. Que si el consorcio del transporte es cosa de la Junta, que si la autovía del Minsiterio de Fomento y la conservación de los nuevos restos de Lancia de la Junta. Su desentendimiento permanente nos cuesta mucho dinero y además juegan al despiste con la ciudadanía, a la que entretienen buscando a Wally.

La decisión de la Comisión Cultural de salvar Lancia, tras la intensa campaña desplegada por la plataforma ciudadana Salvemos Lancia, valga la redundancia, coloca al Ministerio de Fomento a los pies de los caballos. Un trazado avalado previamente por la Junta, que sabía de la existencia del yacimiento y es responsable de su destino por ser un Bien de Interés Cultural. Nada de esto importa. Ahora sólo cuenta que es un filón electoralista: «Zapatero se va sin cumplir sus promesas electorales», proclamó el candidato a la Alcaldía de León por el PP, Emilio Gutiérrez.

A su lado, la presidenta de la Diputación, la número 2, sonriendo. Habría que preguntarle a ella qué hay de Lancia, la suya, el yacimiento arqueológico que gestiona y excava el Instituto Leonés de Cultura. Visitar Lancia es otra aventura más al estilo Where's Wally? . Se abre en Semana Santa y en verano bajo la supervisión de un vigilante, que no guía. Dicen en el ILC que los guías no quieren «subir hasta allí arriba». Tampoco hay medios ni guías para mostrar el aula arqueológica del Ayuntamiento de Villasabariego fuera del horario de oficina. Años de trabajo para el bien de la investigación y el laurel de los arqueólogos. Al pueblo, como mucho y si queda, un folletín. Y gracias.

Si los nuevos restos de Lancia se dejan al aire (y ya llevan meses destapados y vandalizados) es para ponerlos en valor y que tengan una utilidad pública tanto de disfrute como de fuente de riqueza. Hacer brindis al sol es gratis. Falta ver qué se va a hacer con Lancia y con la autovía. Que no se pudran ni la una, ni los otros. ¿Tiene alguna propuesta al respecto la Junta?

Yo apuesto a que nos van a seguir entreteniendo con su Where-™s Wally? particular. Lancia, ya veremos.

El jueguecito tiene su guasa. El candidato Gutiérrez se ha aprendido bien la lección. Por algo está de director general en la Consejería de Educación. La consigna es clara: Caña a Zapatero. En estas tres palabras se resume el curriculum oculto del PP para las municipales 2011. Mientras tanto, el candidato promete bajar un 10% el IBI y hasta una Facultad de Medicina para cuando sea alcalde. ¿Será competencia municipal? Porque la Universidad de León ha vuelto a pedir la Facultad de Medicina a la Junta, la que corta el bacalao .