Diario de León

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Un hombre paga un refresco a través de su teléfono móvil .

Un hombre paga un refresco a través de su teléfono móvil .

Publicado por
Michael Mcloughlin
León

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Un acalorado ejecutivo, de pinta alemana, se para en seco tras haberse pateado el recinto donde se celebra el Mobile World Congress en varias ocasiones. Rebusca en los bolsillos de su traje y saca un enorme ‘smartphone’. Lo acerca a una máquina expendedora que, en unos pocos segundos, escupe una coca cola fresca. A pocos metros de allí, una mujer aproxima su terminal a un gran panel para recibir información sobre los eventos del día. La feria que esta semana se ha celebrado en Barcelona ha servido como laboratorio para experimentar tecnologías que aún no han llegado a España y otras, que a pesar de haber llegado, todavía no han explotado todas sus posibilidades. Es el caso del NFC, un sistema de transmisión de archivos que, a pesar de existir hace varios años, no ha terminado de destaparse como una de las grandes revoluciones del mundo móvil.

A lo largo de los últimos años, no han faltado intentos para ponerlo en órbita. Una de sus primeras apariciones comerciales se remonta al 2006, cuando Nokia lanzó un equipo dotado con estas capacidades. Lo temprano de la idea, muy poco conocida por aquel entonces, dejó la operación en un intento estéril. Ocho años después, tras varios amagos de despegue, vuelve a surgir la esperanza de que el 2013 sea el año definitivo. El GSMA, que representa los intereses de la industria presente en la Ciudad Condal, calcula que unos 300 millones de nuevos dispositivos (entre tabletas, teléfonos y e-books) que se vendan a lo largo de estos meses contarán con NFC. En el 2015 esta tecnología podría estar presente en la mitad del parque móvil y un año más tarde, en el 2016, la red NFC podría soportar operaciones que sumaría un total de 50.000 millones de dólares en todo el mundo.

Para no irse muy lejos basta con echar un vistazo a Barcelona para hacerse una idea del desarrollo de esta tecnología. La capital catalana dispone de puntos NFC en algunas zonas del aeropuerto, en un puñado de restaurantes y unos pocos de los cientos de taxis que circulan por las arterias de la ciudad. También lugares como la fundación Miró, donde se pueden conseguir algún que otro descuento y mucha información gracias a un simple paso con el móvil. Eso siempre que se disponga de un terminal equipado. Muchos fabricantes ya han incorporado chips de estas características a sus creaciones. Sony, Nokia, Samsung, Huawei... Sin embargo, Apple se resiste por el momento a incluirlo en el iPhone o en el iPad.

Pero la sombra de una falta de un modelo común sobrevuela estas iniciativas. Son muchos los actores implicados: fabricantes de móviles, bancos, responsables de pasarelas de pago... «Estamos preocupados sobre el modelo de negocio», comenta Bill Gjadga, el director de productos móviles de Visa, respecto a los sistemas de pago basados. Gjadga hizo mención a los cargos que algunos operadores hacen a los emisores de tarjetas de crédito por ocupar espacio en la SIM de los teléfonos. «Si la cuota es muy alta los bancos no querrán implicarse», añadió.

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