La nueva juventud de Don Gutierre

El palacio de Don Gutierre fue catalogado con el nivel de protección II en el plan especial de protección, conservación y mejora de la ciudad antigua. Sin embargo, ninguna de las actuaciones que se recomendaban fue llevada a cabo. Entre ellas, la conservación de la fachada y tipologías estructurales; además, se avisaba de que «sólo se permitían obras de conservación, restauración y consolidación». En 1993 Diario de León se hace eco de la desafección. Los vecinos de la plaza de Don Gutierre llevaban más de un año denunciando los problemas que, según ellos, ocasionaban varias familias gitanas y el peligro que conllevaba que estas familias vivieran allí. El 23 de octubre del 2000, el concejal leonesista Alejandro Valderas denunciaba que, pese a continuas advertencias del Ayuntamiento a los propietarios, el Palacio de Don Gutierre seguía cayéndose a pedazos. El propio Valderas acusaba a los dueños de no tener siquiera la precaución de cerrar las ventanas, lo que podría dañar los artesonados pintados del interior. del edificio, del que sólo se salvaron el retablo y una parte del artesonado, con lo que el proyecto diseñado desde el Ayuntamiento tuvo que contemplar la modificación de la cara vista del palacio. El equipo de gobierno apostó por un tratamiento mixto para la rehabilitacion de la fachada. Así, se pusieron en marcha trabajos de enfoscado de las zonas del frontal del edificio, conservando al tiempo el ladrillo antiguo castellano que no se perdio. El concejal de Urbanismo, Francisco Gutiérrez, era claro en este asunto. «Las cosas hay que reflejarlas según son. Estoy a favor de revocar la fachada derruída con el fin de que se pueda ver la diferencia entre lo antiguo y o moderno». El resultado final no ha podido ser mejor. El palacio conserva sus señas de identidad y, a pesar del enfoscado, conserva la armonía, «mimetizándose» de manera magistral con el entorno. Roland y Don Gutierre. Novelitas históricas Ome-solum -viro-forte-patria-est