Diario de León

CANTO RODADO

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mientras se desangra europa y en león se venden entradas para ver al crucificado hay quien no renuncia a gestionar sus propios sueños

León

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Mientras Europa se desangra y las vistas del crucificado caído ante su madre se venden a 10 o 20 euros en la Plaza Mayor de León, hay quien imagina otro mundo posible. Mientras las huestes del orujo recorren la ciudad vieja y tocan a rebato los hermanos de la cofradía que privatiza calles, parques y plazas (y no admite hermanas, santa tradición) hay quien elige acción y no reacción.

Mientras dos millones de niños y niñas están privados de educación por la guerra en Siria, en Barcelona se gesta una escuela nueva. Es un paso más en la conquista de un espacio abandonado, la antigua fábrica textil de Can Batlló, rescatada de la zarpa de la especulación. El barrio de Sants emprendió una lucha pacífica e imaginativa para plantar un sueño gestado durante décadas, cuentan que desde la transición.

El día que iban a ocupar Can Batlló de manera festiva, el Ayuntamiento de Barcelona entregó las llaves al vecindario. Fue en junio de 2011, cuando Ada Colau ni siquiera se había planteado ser candidata a la Alcaldía y había un gobierno municipal de corte liberal. Cerca de 400 personas están implicadas en la gestión de este centro cívico-cultural-social.

La vieja escuela nueva

A rcadia recaló en León la tarde noche del Jueves Santo. Son una cooperativa de maestras y maestros, profesionales de la educación, que quieren abrir una escuela en Can Batlló. Un centro reconocido oficialmente para impartir desde Educación Infantil a Secundaria con métodos de la vieja escuela nueva: el aprendizaje por la experiencia, la asamblea... Una educación práctica y vivencial y un centro autogestionado y comunitario. Un proyecto que parece utópico porque supone recuperar la capacidad de decisión de las personas sobre sus propias vidas. Son las cosas pequeñas que gente pequeña hace en lugares pequeños, aunque no tanto, con el potencial de una bomba atómica para cambiar el mundo. Siempre Galeano.

No es mala cosa hablar de utopías a la luz de la Luna llena, en un barrio obrero por los cuatro costados, San Mamés, y con el aroma de unas sopas de ajo colándose entre los cientos de títulos que, más allá de Bakunin, habitan la biblioteca de la CNT en León.

Las riendas de los sueños

A hora que el terror se apropia del sueño europeo de la Arcadia feliz y las instituciones que gobiernan a los 28 han decidido deshumanizar la cuna de la civilización occidental conviene mirar hacia quienes toman las riendas de sus sueños. Quizá algún día lo consigan.

Ahora vuelvo la vista a Bruselas y recuerdo el Atomium (1958) que reproduce a una escala gigantesca, 185 mil millones de veces, los nueve átomos de un cristal de hierro. Algo tan frágil como resistente, tan poético como científico, tan efímero como perdurable. Una metáfora de la capacidad humana para conquistar la ciencia que me recuerda lo poco que hemos progresado como seres humanos. Ahora que la barbarie se reproduce en en la capital europea como la hidra y que un silencio inhóspito se apodera de las fronteras como en un mal recuerdo de la II Guerra Mundial...

Rosas blancas

A hora que pintan al Che Guevara con la lengua de Mick Jagger en La Habana y que Obama juega a cultivar las rosas blancas de José Martí en Cuba. Ahora, justamente ahora, llega la Pascua Florida. Ojalá crecieran tulipanes en los cañones de los fusiles. Y se multiplicaran las Arcadia. Y en León se recuperara el concejo y no sólo el pendón. Ojalá doblaran las campanas por los vivos y no por los muertos. Pero ahora crecen el miedo y sus malas compañías, xenofobia y fascismo.

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