‘Juncti Sed Non Uncti’
Juntos pero no revueltos… el grupo de vuelo acrobático del Ejército del Aire y del Espacio Español, con sede en San Javier (Murcia) donde también se ubica la Academia General del Aire, se creó en 1985 y cuenta con una dotación de siete aparatos CASA C-101 Aviojet de fabricación española ( ‘mirlo’ o coloquialmente ‘culopollo’ ). Entre sus maniobras más celebradas en las distintas apariciones públicas, destacan el ‘looping invertido’ y el ‘aterrizaje en formación’, con lo que ‘Águila’ puede presumir de ser pionera en conseguirlo.
También la Patrulla Águila es de los contados equipos acrobáticos que utiliza humo amarillo para —junto con el rojo— dibujar la bandera de España en el cielo.
La Patrulla Águila tiene su origen en la Escuela Básica de la Base de Matacán (Salamanca), aunque durante los años 50 y 60 existieron en España otras patrullas acrobáticas en diversas bases aéreas: Talavera la Real (Badajoz), Los Llanos (Albacete) y la Patrulla Ascua de Manises (Valencia), que se mantuvo durante una década en activo.
Los motivos ígneos que lucen los fuselajes de los aviones de la Patrulla Águila, cuyo primer entrenamiento —impulsado por el capitán Carrizosa— se data a principios de junio de 1985 con pilotos/profesores de la propia Academia General del Aire, se inspiran precisamente en los de la extinta Patrulla Ascua.
Con el horizonte de cuarenta temporadas en sus alas —planos que
sustentan gloria aeronáutica—, la patrulla acrobática española supera —de largo— las 25.000 horas de vuelo, en más de trescientos eventos festivos civiles y militares. Sus pilotos combinan el trabajo como profesores en el 793 escuadrón de la Academia General con las actividades de la Patrulla Águila y, a diferencia de otras formaciones acrobáticas mundiales, sin dedicación exclusiva lo que añade mayor mérito a su actividad.
«Tenemos la suerte de tener contacto con la sociedad a la que servimos y de sentir el cariño que nos transmite», apunta el comandante José Javier Sánchez Martín —Jefe de la Patrulla Águila— en el prólogo del bonito calendario —muy cuidado gráficamente— editado este año.
«Saber que millones de personas a lo largo de nuestra geografía disfrutan de nuestra exhibiciones, y de nuestra participación en actos civiles y militares, nos motiva a seguir trabajando duro año tras año, que poco a poco van acercándose a las cuatro décadas», afirma el comandante Sánchez Martín.
En 2017, dentro de los actos conmemorativos del vigésimo quinto aniversario de la ABA, la Patrulla Águila puso el broche de oro al Festival Aéreo seguido ‘a pie de pista’ por miles de personas en la Base de La Virgen del Camino.
Por proximidad geográfica e interregional afectiva, cada mes de julio los leoneses vienen dándose cita con la formación acrobática en la gijonesa playa de San Lorenzo; oportunidad única para que «los más pequeños tengan quizás su primer contacto con el mundo de la aviación —resalta el Jefe de la Patrulla Águila—, y para los no tan pequeños puede suponer una vocación aeronáutica o militar».