Ferraz defiende la legitimidad del Constitucional ante al ataque del PSC
Zapatero se ve incapaz de renovar los magistrados que agotaron el mandato
Pajín, en su comparecencia tras la ejecutiva del PSOE.
La ausencia de sentencia sobre el Estatut ha acabado por ser casi tan incómoda para el PSOE como un veredicto del Constitucional. El revuelo causado en Cataluña por el último desacuerdo de los magistrados ha vuelto a tensar la cuerda de la siempre difícil relación entre José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente de la Generalitat, José Montilla. Si éste exigió al jefe del Ejecutivo que impulse, sin más demora, la renovación del máximo intérprete de la Carta Magna, Zapatero reclamó este lunes a la ejecutiva de su partido «responsabilidad y respeto hacia las instituciones».
La demanda del también líder del PSC es en sentido estricto y aislado, según admiten en Ferraz, razonable. El Constitucional va camino de dos años y medios en situación de interinidad. Un tercio de sus componentes, entre ellos la presidenta y el vicepresidente, deberían haber sido sustituidos mediante un acuerdo de los dos partidos mayoritarios, pero la última vez que intentaron cerrar un pacto, en septiembre del 2008, fracasaron y los socialistas terminaron por tirar la toalla.
El problema es que, razonables o no, las exigencias de los catalanes resultan inconvenientes. Zapatero se declaró ayer, según fuentes de la reunión, atado de pies y manos. «No podemos hacer nada porque, aunque alguno no os lo creáis, así funciona la democracia», ironizó ante el portavoz del PSC, Miquel Iceta, y el resto de la directiva.
Ayer, la secretaria de Organización del partido, Leire Pajín, hizo todo tipo de equilibrios tras la reunión de la ejecutiva para evitar que, de sus palabras, cupiera interpretar un enfrentamiento con el partido hermano, pero insistió: «Para nosotros, el Tribunal Constitucional sigue siendo legítimo».