El 80% de las enfermedades coronarias se previenen con alimentación sana y ejercicio
La obesidad y la ausencia de ejercicio incrementan el riesgo cardiovascular.
«El enfermo cardíaco se cuida poco», afirma el cardiólogo rehabilitador Esteban García Porrero. La medicación controla los procesos agudos «pero los pacientes no cambian sus estilos de vida». Porrero garantiza que con las medidas de prevención se reducirían en un 80% de las enfermedades coronarias. Y para conseguirlo da unas recomendaciones básicas: alimentación sana (variada, en la que predominen los productos de la dieta mediterránea con carne de pollo y conejo preferentemente); ejercicio físico adecuado a cada edad para alcanzar la tensión y el peso adecuado y unos niveles de azúcar y colesterol a raya para evitar la progresión de la arterioesclerosis; dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol. «La experiencia en las consultas nos dice que el enfermo no suele asumir que es el responsable de su enfermedad. Piensan que si se les ha revascularizado el problema está solucionado. A la arterioscleroris sólo se la combate con un estilo de vida saludable, ejercicio, alimentación sana y bajo estrés».
El estrés tiene un factor determinante en el desarrollo de la enfermedad vascular, «afecta a las descargas de las catecolaminas, responsables de que suba la presión arterial y la glucosa en sangre por lo que aumentan los factores trombogenéticos que pueden destruir las arterias», explica Porrero.
«En León hay un grupo importante de enfermos que toma pastillas para controlar la tensión y reducir el colesterol, y eso ayuda a que la enfermedad coronaria esté controlada. Los avances en prevención son pequeños», asegura Porrero. Sin embargo, las herramientas para combatir los excesos que dañan el corazón aumentan, «suponen un gasto importante», asegura.